Virginia Giuffre, una de las más prominentes víctimas del depredador sexual Jeffrey Epstein y también acusadora del príncipe Andrés, se quitó la vida a los 41 años, según confirmó su familia en un comunicado emitido la madrugada de este sábado.
Giuffre falleció en Neergabby (Autralia), país donde residió durante varios años, al menos desde el 2019.
Ella fue una de las primeras y más sonoras voces que denunciaron el caso, y reclamaron cargos contra Epstein y su colaboradores en la explotación y tráfico sexual de mujeres, muchas menores de edad, como ella, cuando cayeron en esa red.
También aportó información crítica para que se llevara a cabo la investigación y posterior condena en Nueva York de Ghislaine Maxwell, que ejercía de conseguidora de jóvenes para Epstein. Este rico financiero, que cultivó amistad con el hoy presidente estadounidense Donald Trump, entre otras personalidades, se suicidó en el verano del 2019, en la celda de una cárcel de Manhattan, mientras esperaba ir a juicio.
Giuffre presentó una demanda federal contra el príncipe Andrés, duque de York, en 2021, en la que alegó que el duque de York abusó de ella en tres ocasiones, cuando tenía 17 años. Andrés se vio obligado a renunciar a sus obligaciones y actividades en la monarquía por su controvertida relación con Epstein.
En esa iniciativa civil, ella mantuvo que Epstein y Maxwell le presentaron a Andrés en 2001, y que Maxwell la forzó a tener relaciones sexuales con el miembro de la realeza británica, Andrés, que siempre negó esa acusación, y aceptó en 2022 un pacto extra judicial para cerrar el caso, a cambio de pagar una cantidad de dinero no revelada.
“Con el corazón profundamente roto anunciamos que Virginia falleció la noche pasada en su granja del oeste de Australia. Perdió su vida por suicidio después de haber sido víctima de abuso y tráfico sexual durante largo tiempo”, explicó la familia en su comunicado.
La familia la describió como “una feroz luchadora” contra el abuso y el tráfico sexual, así como “una luz que iluminó a tantas sobrevivientes” de estas agresiones. “Al final, el costo del abuso era tan alto que se volvió insoportable para que Virginia aguantara su peso”, añadió.
Deja tres niños (Christian, Norah y Emily). “Fue cuando tuvo en brazos a su niña recién nacida que comprendió que debía batallar contra todos aquellos que abusaron de ella y de otras muchas”, prosiguió la familia.
“No hay palabras que puedan expresar el terrible dolor que sentimos por su desaparición. Ella fue heroica, y siempre la recordaremos por su increíble valentía y su adorable espíritu”, apostilló en el comunicado.
A principios de este mes posteó un mensaje en las redes sociales asegurando que le quedaban pocos días de vida, después de que un autobús escolar chocara contra su vehículo. Su hermano Danny Wilson dijo a la NBC que sufría insuficiencia renal. “Pero pienso que su dolor mental era todavía mucho peor”, lamentó.
Virginia Giuffre pasó en Florida la mayor parte de su infancia y adolescencia, y fue abusada desde niña por un amigo de la familia. Esto hizo que cayera en una espiral que la llevó en ocasiones a vivir en las calles.
Intentaba reconstruir su existencia cuando, aún menor de edad, conoció a Maxwell, que la preparó para ser abusada sexualmente por Epstein. Esta situación se prolongó de 1999 al 2002, siempre a partir de su versión. También subrayó que el financiero traficó con ella entre sus poderosos amigos, como Andrés, o el agente francés de modelos Jean-Luc Brunel.
Brunel, que dirigió varias agencias de modelaje, fue imputado en diciembre de 2020 por acoso sexual y violación de al menos una mejor de edad. Lo negó todo, y murió también por suicidio en una prisión, en febrero de 2022. Unos meses antes, Giuffre declaró en el juicio.
“Su mayor impulso fue, ‘si yo no hago esto, nadie lo hará’”, afirmó su hermano en las declaraciones a la NBC.
(La Vanguardia)