El destacado conductor agradeció a Fontevecchia, y manifestó "sentirse muy honrado de tenerlo como un jefe y un maestro". Su programa en Radio PERFIL se verá también por NET.
En el marco de la presentación de la nueva programación del canal de televisión abierta Bravo TV, Marcelo Longobardi contó detalles de su propio programa matinal en Radio Perfil, desde el próximo lunes 17 de marzo, y agradeció a su colega y cofundador de la editorial, Jorge Fontevecchia.
"Me siento muy honrado de llegar a Perfil y tener a Fontevecchia como un jefe y un maestro", enfatizó.
Editorial Perfil presentó este viernes por la tarde la nueva programación del canal de televisión abierta Bravo TV, que coincidirá en su estreno con el inicio del programa de Longobardi.
Con este relanzamiento, el grupo mediático busca transformar la propuesta de la señal, que hasta ahora estaba centrada en la emisión de telenovelas, para darle mayor espacio a la producción en vivo y al periodismo político. En un año electoral, la propuesta se plantea como "lejos del poder, cerca de la gente".
Entre las principales novedades, se destaca la incorporación de cuatro programas de análisis político en el horario central (lunes a viernes de 18:00 a 24:00), con la promesa de ofrecer la noche política más picante de la televisión abierta: "Desde el canil", "Soy casta", "QR" y "Comunistas". La idea fuerza de la nueva programación se resume en el concepto 'Perfil se pone Bravo'.
La renovación llega tras la adquisición del 50% restante de la señal por parte de Perfil Teledifusora, convirtiéndose así en su única propietaria. Además, como parte de este proceso, las grabaciones se realizarán en las instalaciones de Perfil Producciones. Con este movimiento, Bravo TV (27.1) se suma a la expansión del conglomerado mediático, que ya opera otros tres canales: NET TV (27.2), Caras TV (21.1) y Canal E, además de las radios AM 1190 Radio Perfil y FM 101.9 Radio Horizonte.
El discurso completo de Longobardi
"Primero que nada, me disculpo por lo personal de este comentario, pero mi presencia aquí tiene mucho de personal. Yo tuve la fortuna, durante tantos años en esta profesión, de tener algunos grandes jefes, inspiradores y algunos grandes productores. El primero fue Fernando Marín, el segundo fue Alejandro Romay, después apareció Carlos Montero, Mario Gavilán, Horacio Larrosa. He tenido la fortuna y la suerte, hasta determinado tiempo, de tener super jefes y gente muy sabia de la que aprendí mucho.
Y después pasé un largo tiempo de mi carrera sin tener esas figuras tan emblemáticas y respetables. Y en rigor de verdad, mi primer gran maestro, porque estos han sido todos maestros, fue alguien que Jorge, supongo yo, que recordará mucho, que se llama Alfredo Serra. Alfredo Serra fue uno de los grandes redactores periodísticos de la Argentina, trabajó en Atlántida y aquí en Perfil. Y él fue, en rigor de verdad, mi primer maestro en los años '82, '83, que me enseñaba cómo se cerraba una revista. Y resulta muy simbólico que finalmente termine con Jorge, que es un editor, como era Alfredo Serra.
Durante muchos años, Jorge y yo estuvimos por hacer cosas juntos, y por una razón o por otra, nunca pasó. Yo recuerdo la primera vez que nos encontramos Jorge, me acuerdo siempre, fue cuando tenías tu oficina en la calle Corrientes y Talcahuano. Y yo era muy jovencito y dirigía la revista Apertura, de la que era el dueño, y Jorge me la quiso comprar, y yo le dije que no. Entonces, nuestra relación empezó de modo muy convulsionado, porque Jorge se enojó y estuvimos peleados muchos años. Después nos reencontramos, y en esta cuestión de pensar en hacer cosas juntos, cosa que nunca ocurrió hasta hoy, nos hicimos muy amigos, al punto tal que, probablemente, yo decidí, no sé muy bien por qué, que Jorge supiera todo de mí. Jorge es una de las personas que más me conoce. Y hemos llegado a niveles de amistad e intimidad personal muy profundos. Finalmente, como consecuencia de las circunstancias dramáticas de nuestra profesión, ocurrió lo que debía haber ocurrido hace mucho tiempo, que es que yo me junte a trabajar con Jorge.
En este contexto tan convulsionado, de un periodismo tan politizado, tan lastimado por los sesgos de confirmación, y ustedes ya han visto el espectáculo que se presenta cotidianamente en el medio de comunicación, volver a tener un jefe y un maestro, para mí es muy importante. Y que ese jefe y ese maestro sea Jorge Fontevecchia, para mí, es un honor muy importante. Hace muchísimo tiempo que no tengo a alguien arriba que me merezca tal nivel de respeto, consideración profesional, amistad, afecto, cariño, como siento por Jorge.
Finalmente, voy a recurrir a un artículo publicado en Perfil en el año 2019, firmado por Sergio Sinay, que escribió algo que yo aprendí en ese momento acerca de la teoría del cambio paradójico. Cambio paradójico quiere decir que uno hace un cambio para ser uno mismo. Y yo les debo confesar que vengo en ese camino, y Jorge lo sabe muy bien, desde hace mucho tiempo, es decir, tratando de ser yo mismo. Eso yo lo encontré últimamente en los medios, muy escasamente. Es decir, ser uno mismo se ha vuelto muy complicado. Cambiar es algo muy complicado. Yo me fui de Radio Mitre para autoproponerme, para autoobligarme a hacer un cambio. Fue como una especie de escándalo, porque nadie cambia. Yo me obligué a cambiar, me obligué a viajar, me obligué a trabajar en el exterior, me obligué a hacer notas de otros temas, a aprender otros temas, a ampliar mi mirada de las cosas.
Y por lo tanto, hoy venía para acá y me acordé de ese artículo de Sergio Sinay, porque lo que yo voy a vivir con Jorge es un cambio paradojal. Esto que voy a intentar aquí con Jorge, en los espacios que iremos construyendo juntos, es ser yo mismo. Y eso para mí, no solamente es una gran felicidad, sino un gran honor y una gran maravilla volver a tener alguien como fueron mis grandes maestros, Alfredo Serra, Alejandro Romáy y Fernando Marín. Gracias Jorge".