…el hijo que había tenido con una enfermera que fue su secretaria en el laboratorio de su propiedad, que luego se unió a un efectivo de la policía provincial, que le dio su apellido y lo crió como su hijo.
En el testamento que Cadenas dejó por escrito, legó sus pertenencias a dos sobrinos por parte de su esposa –quien murió unos años antes que él-, que vendieron las propiedades tras completar los trámites sucesorios. Se habla de propiedades tasadas en un valor aproximado a los 600.000 dólares.
Pero durante la pandemia, casi 10 años después de la muerte de Cadenas, Darío Oscar Alomar, un hombre entonces de 40 años, se enteró que era el hijo biológico del bioquímico.
Se desconoce por qué razón pasó todo ese tiempo, pero se sabe que Oscar Cadenas le relató su secreto a un amigo y que ese hombre fue el que le hizo saber a la familia de Darío Oscar Alomar su verdadera procedencia biológica.
Alomar inició los trámites correspondientes y se presentó ante la justicia para reclamar la herencia que por ley le corresponde, con lo que consiguió que la justicia fallara a su favor y dictara una orden de no innovar respecto del procedimiento testamentario.
Esa orden incluía una restricción para impedir que se cremara el cuerpo y allí fue cuando la causa civil derivó en una causa penal, ya que los sobrinos nietos herederos testamentarios de Cadenas, vecinos de Mendoza, consiguieron vía telefónica –también en plena pandemia-, que se cremara el cadáver de Oscar Cadenas y de otras cinco personas fallecidas, todos familiares, entre ellos los padres de Oscar Cadenas, es decir, los abuelos de Darío Alomar.
Según trascendió, los Ander Egg solicitaron las cremaciones de inmediato, el día después de enterarse del reclamo del hijo biológico de Oscar Cadenas.
Esa circunstancia llevó directo al banquillo de imputados a Alejandro Daniel Ander Egg, ingeniero agrónomo de 47 años y a su hermano Guillermo Federico Ander Egg, psicólogo de 56 años, a quienes se acusa de “supresión de estado civil y de la identidad” y “destrucción de medios de prueba, en concurso real”, delitos que tienen una pena en expectativa de 1 a 4 años de prisión.
El juicio oral y público contra los hermanos Ander Egg comenzó el lunes en los tribunales de General Pico, presidido por el juez de Audiencias Marcelo Pagano y se estima que concluirá este miércoles si se completa la lista de testigos convocados.
El fiscal adjunto Sebastián Rawson Paz lleva adelante la acusación junto al fiscal general, Armando Agüero. El abogado Pedro Febre representa a la querella y la defensa de los hermanos la ejercen dos abogados santarroseños. Rodrigo Villa representa a Guillermo Ander Egg y Sheila Domínguez Ardohain a Alejandro Daniel Ander Egg.