En mi viaje del martes a Rolón, en los poco más de 200 kilómetros que recorrí para llegar hasta allí desde mi General Pico, tuve un regalo visual como todos los eneros/febreros de cada año en nuestra pampa: los girasoles florecidos.
En el ingreso mismo de Rolón hacia la derecha, hay un campo literalmente amarillo, donde miles y miles de cabezas florecientes dibujan esa geografía, haciéndola aún más particular y bonita.
Indudablemente en nuestra provincia es "la flor del verano".
La mañana tormentosa resaltó aún más su vibrante colorido, su centro color café y sus delicados pétalos amarillos, que captaban la atención de todos los que pasaban.
Desde el drone y cámara en mano me quedé varios minutos disfrutándolos, de lejos y de cerca, y claro, me los traje digitalizados para tenerlos conmigo, y ahora también con ustedes, para siempre.
En los próximos días, en otro viaje hacia otras zonas de La Pampa volveré sobre ellos.
VIVA LA PAMPA!
Gerardo Alainez - Productor audiovisual