Los lectores de estas crónicas saben que las inquietas mellizas Lula y Loly viven en Casablanca, pueblo pampeano fundado por Michael Curtiz que una vez fue visitado por Ingrid Bergman para agradecer el homenaje a su mítica película justamente llamada “Casablanca”, y dirigida por Michael Curtiz en 1942.

Numerosos escépticos aseguran que esto nunca sucedió, pero quién esto escribe está convencido de que así fue y por siempre será.

No hay certeza de en qué época se desarrollan estas crónicas, pero hay licencia poética para contar que las mellizas están muy entusiasmadas con un teléfono móvil, vale decir un celular.

Y los asombrados casablanquenses observan las fotografías que pueden ver en la pantalla pequeña.

¿Qué clase de magia es eso? ¿O será un gualicho? pregunta un paisano.

Ahora han hecho algunos videos que muestran a Josecito quien, como ya se sabe, es el dueño del Gran Cine Casablanca. A Josecito el video le gustó, pero afirma: “el cine siempre será mágico en esos templos de cultura y en pantalla grande”.

La pregunta que todos se hacen es: ¿cómo consiguieron el teléfono?
 
Este cronista opina que quizás lo trajeron de algún viaje al incierto futuro, viaje realizado con el Cronoma que les hizo Osiris.

En este preciso instante, Lula mira a Loly quien le devuelve la mirada mientras sostienen el Cronoma muy concentradas, ansiosas por viajar. Al futuro o al pasado, el invento de Osiris decidirá.

Suena un trueno seguido por el resplandor de un rayo, al tiempo que atraviesan un túnel de nubes inmaculadamente blancas.

¡Et voilá! aparecen en un espacio muy grande en el que una gran cantidad de personas está observando un gigantesco incendio.

--Ahí está el tío Elías-, exclama Lula.

--¡No boba, no!-, responde Loly. -Siempre decimos que el tío se parece mucho a… ¡Clark Gable! ¡Es él, es él!-- exclama su hermana-- ¡entonces acá están filmando “Lo que el viento se llevó”! -afirma.

--¡Sí, sí, hay cámaras allá!-- dice Loly, y agrega-- ¡vamos a preguntar!

Se acerca al hombre y pregunta: --Señor Gable ¿es la filmación del viento, verdad?

Sorprendido, el actor las observa y responde:

-Efectivamente esta película es la adaptación de la novela de Margaret Mitchell, y se está filmando el incendio de Atlanta.

--¿ Y qué fecha es hoy?--pregunta Lula.

--10 de diciembre de 1938- responde, y les regala su famosa sonrisa mientras les acomoda un mechón de sus largos cabellos que han vuelto a crecer, luego de que Osiris los cortara como pago al Cronoma.

Lula y Loly lo saludan y se acercan peligrosamente hacia las cámaras y el fuego. Un Asistente las detiene y las hace retroceder. El fuego es impresionante: se están quemando viejos decorados de películas. Los dobles de Rett Butler y Scarlett O’Hara atraviesan el incendio en un carruaje tirado por caballos.

Lula y Loly miran fascinadas el accionar de los técnicos que utilizan las cámaras de Technicolor que filman la escena. Un cronista dirá que “se usaron todas las cámaras de Hollywood” para asegurar la secuencia, ya que no la iban a poder repetir.

En medio de tanta acción, dos hombres y una hermosa mujer hacen su aparición acercándose al productor David O´Selznick que controla todo. Uno de los hombres es su hermano Myron, quien le presenta a la mujer iluminada por el reflejo del fuego, y dice:

--David ¡te presento a Scarlett O’Hara!

Lula y Loly dar un grito de alegría y exclaman:-¡Esa es Vivien Leigh y fue así como la descubrieron para el rol!.

Sin perder tiempo, se acercan a la bella y talentosa actriz y la saludan con una reverencia. Vivien sonríe y agradece con un gesto cariñoso. Ellas toman su teléfono y, sin pedir permiso, le sacan una fotografía que inmediatamente le muestran.

Vivien se ve en un gran primer plano y a la luz de las llamas.

-¿Y esta camarita, es algo nuevo en Hollywood?- pregunta, y se dirige a su compañero:

--¡Larry mira lo que tienen estas bellas niñas!

Pero Laurence “Larry” Olivier no responde, está muy concentrado hablando a Myron, comentándole las dificultades que tiene en la filmación de “Cumbres borrascosas” de William Wyler.

Las mellizas aseguran a la sorprendida Vivien que se hará muy famosa, y “Lo que el viento se llevó” tendrá muchísimo éxito y ella ganará un Oscar por interpretar a Scarlett O’Hara.

Vivien sonríe y exclama:

--No quiero realismo, quiero magia! ¡Magia! ¡Magia!

Sin saberlo, se adelanta muchos años a su interpretación de Blanche Du Bois en “Un tranvía llamado deseo”, basado en la obra del gran Tennessee Williams, film dirigido por Elia Kazan en 1951, y acompañada por un muy joven Marlon Brando.

Al derrumbarse el último decorado se escucha un potente grito de ¡corte! Corte!

Y la orden de David O´Selznick:

--Lleven el negativo a laboratorio para revelar, ¡mañana mismo veremos las pruebas!

Lula y Loly, de regreso en  Casablanca cuentan su aventura. Su a veces amiga Susanita las trata de mentirosas, y ellas la dejan hablando sola caminando rumbo al Gran Cine Casablanca.

Esa noche vuelven a ver “¡Viva María!” y renuevan sus votos como anarquistas que tan bien interpretan Brigitte Bardot y Jeanne Moreau en el film dirigido por Louis Malle en 1965.

Unos días después llegó “Mary Poppins” y no se emocionaron con el Supercalifragilísticoexpialidoso de Julie Andrews interpretando a la famosa niñera. Quedaron hechizadas con la sufragista que hace Glynis Johns.

La madre de los pequeños Jane y Michael luchaba para conseguir el voto femenino.

¡Qué gran lucha! piensan las mellizas, y vuelven a pensar: ¿cuál podría ser nuestra lucha?

¡Habéis acertado! Bajo el pensamiento de “¿si los niños tenemos más criterios que los adultos por qué no podemos votar?” dijeron.

Asesoradas por un voluntario anónimo, entregaron un petitorio al intendente Bela Lugosi y a los concejales:¡Voto infanto juvenil!

Se autoproclamaron candidatas para las próximas elecciones, para así alejar a los corruptos del poder.

La aparente calma de Casablanca se vio atravesada por el revuelo provocado por las mellizas anarquistas y sufragistas, y al tiempo que se acercaban las elecciones comunales se alejaba la respuesta al pedido.

Ellas siguieron luchando. Las crónicas no registran si Lula y Loly ganaron la batalla cultural para reformar la ley y permitir el voto voluntario a partir de los 11 años. Sólo ha quedado registrado que el palacio municipal de Casablanca sufrió una extraña invasión de escuerzos, lagartijas y murciélagos.

Sin querer, queriendo, la tía monja de Susanita -vale decir Sor Alcanfor- desvió la atención sobre las sospechosas habituales. La religiosa, muy enojada porque en el municipio no le había otorgado una donación para restaurar la capilla de su convento, afirmó a los cuatro vientos que la extraña invasión de escuerzos, lagartijas y murciélagos era un castigo divino. Un recordatorio de las siete plagas de Egipto. Rodeada de simpatizantes se instaló en la plaza frente al Palacio Municipal. Allí rezaban para eliminar el pecado y la corrupción.

 Lula y Loly, libres como el viento, daban brincos de alegría y, Cronoma en manos, planeaban otro viaje en el tiempo.

¡A Diós ponemos por testigo!

Y mañana será otro día!