El Reagrupamiento Nacional, que partía como favorito, queda como tercera fuerza.
Francia ha dicho no a la extrema derecha. El cordón sanitario puesto en pie por la izquierda y el centro del presidente Emmanuel Macron, ha permitido este domingo derrotar con rotundidad al Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen, en unas elecciones legislativas anticipadas, en las que el vencedor por sorpresa es la izquierda del Nuevo Frente Popular (NFP).
Según la estimación del instituto Ifop al cierre de los colegios, el NFP ha sacado entre 180 y 215 diputados en la nueva Asamblea Nacional. En segunda posición, quedarían los macronistas de Ensemble (Juntos), con una horquilla de entre 150 y 180 escaños. Y tercero, el RN de Le Pen, que tras ser el partido más votado en la primera vuelta hace una semana partía como favorito, y se queda con entre 120 y 152 diputados.
El resultado es una sorpresa. Tras la victoria arrolladora del RN en las elecciones europeas del 9 de junio, que llevaron a Macron a disolver la Asamblea y adelantar las elecciones, y tras la primera vuelta, algunas proyecciones situaban al partido de Le Pen cerca de la mayoría absoluta.
Los datos de Ifop coinciden con el de otros institutos de sondeos. Los datos definitivos se ajustarán a lo largo de la noche y a medida que avance el escrutinio. Pero las estimaciones al cierre de los colegios, coinciden casi siempre, con ajustes y variaciones, con los resultados finales, hasta el punto de que los líderes y partidos reaccionan a partir de estas cifras.
Los números no dan mayoría absoluta para ningún bloque. Pero permitirían construir una gran coalición entre la izquierda y el macronismo, con un número suficiente de diputados para formar un Gobierno estable y duradero. La búsqueda de un primer ministro de consenso, posiblemente procedente de la izquierda moderada y con capacidad de sumar a centristas y a la derecha moderada, empezará desde esta misma noche.
No será fácil. La cultura de la coalición está poco arraigada en la Francia presidencialista de la V República. Las posiciones están alejadas entre la izquierda y el macronismo en la política económica. Y hay divisiones también entre la izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon y la socialdemocracia que renace en estas elecciones.
Pero existen posibles puntos de coincidencia entre la izquierda más moderada —socialistas, ecologistas, también algunos comunistas— y el macronismo. Y los votantes han dado un mensaje claro: después de dos años de parálisis y polarización en la Asamblea Nacional y en la calle, y de un presidente que desde su reelección hace dos años había gobernado a la derecha, querían un Gobierno con políticas más progresistas.
Movilización
El resultado, según estas proyecciones, se aparta de lo esperado. La perspectiva de un Gobierno en manos de la extrema derecha disparó las alarmas. Los partidos del centro y de la izquierda se movilizaron. Retiraron a sus candidatos de la segunda vuelta en los distritos donde había tres finalistas, con el objetivo de concentrar el voto en el candidato con más posibilidades de derrotar al RN. Funcionó.
Los votantes de izquierda y centro, algunos de la derecha moderada también, siguieron mayoritariamente la consigna y votaron por candidatos que quizá no eran de su gusto, pero que permitían frenar a la extrema derecha. Y es así como el llamado frente republicano, la forma francesa del cordón sanitario, se activó de nuevo, como lo había hecho en las presidenciales de 2017 y de 2022 para dar la victoria a Macron ante Le Pen.
Millones de franceses vieron estos días como una posibilidad de que Jordan Bardella, delfín de Le Pen, llegase a primer ministro. Temían que se pusiese al mando de Francia —país que se jacta de ser la patria de los derechos humanos y de la Ilustración—, un partido como el RN, fundado por xenófobos y antisemitas. Esa formación ha evolucionado con el tiempo, pero sigue teniendo en su esencia un programa contra la inmigración, y distingue entre categorías de franceses. Y estos franceses dijeron no, y desmintieron las previsiones y los augurios.
La izquierda del NFP es la vencedora, aunque queda lejos de la mayoría absoluta. Los macronistas de Ensemble mantienen el tipo. Y el RN, aunque está muy lejos de sus expectativas, suma decenas de diputados respecto a los 88 que tenía desde 2022, y a los 8 que sacó en 2017. Objetivamente, y si se hace abstracción de los pronósticos de las semanas recientes, es un éxito, y señala que la extrema derecha está para quedarse.
(El País)