La pérdida del Papa Francisco es una encrucijada en la historia de la Iglesia Romana, y aún en el dolor, es probable que ahora mismo comiencen a surgir especulaciones y teorías conspirativas al respecto.
Hace meses publicamos en @CodigoSradio, luego de revisar con meticulosidad imágenes, videos y discursos del Papa Francisco, nuestras dudas sobre su salud y las condiciones de su enfermedad.
Dolor por una gran pérdida, indignación por la hipocresía de muchos que lo maldijeron, maltrataron e insultaron, y que ahora pretenden quedar bien con un largo duelo y acompañamiento a quienes de verdad lo amaron.
Las sociedades del mundo están signadas cada vez más por el extremismo ciego, de ellas surgen los líderes religiosos, en ellas se forman y proceden a sus representaciones globales.
Profesiones de Fe que aún bien entradas en el tercer milenio, consideran a la mujer en una condición menos valiosa que el ganado.
Otras que justifican la carnicería de civiles, y santifican el despojo territorial y el genocidio racial, aplaudiendo acciones militares contra todo aquel que se interponga en el camino.
Y otras que divagan entre el dinero del diezmo, los intereses políticos y financieros, o aquellas que se construyen sobre creencias de Fe y muerte.
El Trono de San Pedro está vacío, y aún no concluidos los preceptos de honor y tradición en el Vaticano, un océano de intereses y especulaciones de todo orden se mueve rápidamente hacia el Cónclave Cardenalicio.
De allí surgirá en la elección de cada Pastor el nuevo Papa, o tal vez el mundo se lleve una sorpresa esta vez, y no se siga la tradición del humo negro y humo blanco.
El gran interrogante es si tal elección se logrará basada en la inspiración del Amor, o en cambio se retornará a la ortodoxia secular del Odio enraizado en muchos Curas y Obispos que anhelan el regreso de una Iglesia inflexible, excluyente y regida por el castigo más que por el perdón.
Estos representantes del Odio están trabajando sin descanso en este mismo momento, algunos de ellos le deseaban ya desde hacía mucho tiempo el final al Papa Francisco, y ahora que lo tienen, es seguro que no dudarán en descargar todo lo malo capturado en sus vínculos con las comunidades extremistas de violencia en todas sus formas.
Sólo queda esperar y rezar para que el Dios de la Iglesia Católica Apostólica Romana ilumine el fondo y las formas, para evitar que el Odio logre hacer pie también en el Vaticano, creando una espiral que seguro abriría abismos impensados para la humanidad.
(*) Javier Walter Sofía
DNI 17.281.217