"Norita" (2024) película documental dirigida por Jayson McNamara y Andrea Carbonatto Tortonese, directores que utilizaron fotografías del álbum familiar, material de archivo de los años de la dictadura y registros varios compartiendo de esa manera, al cine nacional como espejo donde mirarnos y permitirnos la emoción y la reflexión.

Vemos el transcurrir de la vida de una Norita luminosa, alumbrada a su vez con una Animación muy lograda -poesía en estado puro, un verdadero pulmotor para el espectador-, que aporta ternura, sentido y a su vez realza su pequeña estatura y su gran tenacidad en un entorno social que se lo presenta como siempre amenazante con cuervos por doquier, Norita es en definitiva una eterna caminante en sentido real y figurado en pos de la búsqueda de su hijo Gustavo, desaparecido.

Muy bien mostrada su ternura y su eterno cuestionamiento a la posibilidad de que su accionar desatendiera a su compañero -ausencia que vino con el paso del tiempo y que ella creía era producto de haber escondido en su corazón la pérdida del hijo- y a su otro hijo cuyas palabras lo elevan como ser humano empático capaz de haber comprendido toda la lucha de su madre.

Norita fue creciendo en consonancia con la vida que le tocó, de sus inicios como ama de casa a su solidaridad con otras causas sociales que empujaban los nuevos tiempos.

Imágenes, detalles y sonidos que perduran:

La aparición en cuerpo y voz de Liliana Daunes, nuestra piquense con su eterna coherencia y belleza.

La marea de pañuelos verdes que culminara con la ley de interrupción voluntaria del embarazo.

Las palabras de Marcelo, su hijo menor en el tramo final del documental.

La Norita que navega entre flores de irupé -platos de agua en idioma guaraní- un símbolo del despertar espiritual, crece del lodo y florece bajo el cielo, la ronda de madres y su última etapa de caminata hacia el sol en la parte de Animación.

La música original que es de Gustavo Santaolalla.

En los créditos se lee la producción ejecutiva de Jane Fonda, hecho que suma a la ya reconocida trascendencia de la figura de Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. 

A un año de su ausencia física nos queda su legado inmortal.

Agradezco la posibilidad de haber asistido a la proyección de Norita en una simultánea con otras ciudades en la Semana de la Memoria, de haber expuesto mis trabajos artísticos, La Memoria que nos habita- en una especie de retrospectiva de mi carrera- más la acción teatral musical de Juli Martín en la Sala de Artes Visuales, sumados a un Hall que nos recibió con testimonios fotográficos de la UNLPam  «Imágenes de los 40 años de democracia. Una memoria en construcción” y «El histórico juicio de la Subzona 14».

Rosa Audisio