“Este encuentro dejó un posicionamiento muy claro, y es que no existe posibilidad alguna de construir una salud colectiva sin la comunidad, sin discutir los modelos productivos, y sin preservar el cuidado del ambiente. Defender la salud es defender la vida, y eso significa priorizar las necesidades de las comunidades por sobre la mercantilización y los intentos de deshumanización”, advirtieron los médicos Pilar Galende y Javier García Martínez.
García Martínez es titular de la Asociación Pampeana de Medicina Familiar, General y Equipos de Salud, y Pilar Galende fue reelecta este fin de semana como presidenta de la Federación Argentina de Medicina General (FAMG).
Mientras profesionales y visitantes de todo el país se retiraban del Aula Magna tras finalizar el 39º Congreso de Medicina General, Equipos de Salud y Encuentros con la Comunidad, en la capital provincial, los referentes pampeanos dialogaron con el diario La Arena, y ensayaron sus primeras conclusiones sobre estas cuatro maratónicas jornadas desarrolladas en la UNLPam.
“Estamos muy felices, porque todo lo que planificamos salió como pretendíamos. Nada falló, y hasta en el ámbito recreativo la convocatoria superó las expectativas”, revelaron. Es que en la Peña programada para el sábado esperaban unas 400 personas pero “asistieron más de 500”, celebraron desde la organización.
La peña se realizó en el Club Argentino, donde actuaron Kumbia Kuática, Flor Pereyra y el grupo Confluencia, integrado por parte del equipo de salud de Catriló.
“Además, el domingo tuvimos una asamblea muy masiva en la que, entre otras cuestiones, se debatieron los puntos a incluir en el documento con las conclusiones, que todavía está en elaboración. Claramente fue unánime y contundente el posicionamiento de sostener el cuidado del ambiente, garantizar la producción de alimentos sanos, y priorizar las necesidades de nuestras comunidades, como elementos centrales para defender la salud”, reiteró Galende.
“Alimentos sanos”
Si bien una de las consignas de la convocatoria al Congreso invitaba a “reflexionar sobre la salud en un contexto de incertidumbre”, durante el debate quedó en evidencia que “ya hay certezas sobre el rumbo del actual modelo político, con un claro avance sobre los derechos conquistados y el intento de avasallamiento de los trabajadores”.
Los médicos y médicas argentinos advierten que “este debate excede a la salud pública, y uno de los mensajes principales es que no hay salud con territorios enfermos, y no hay salud sin alimentos sanos”.
El Congreso contó con la participación de 764 médicos y médicas, y durante los cuatro días se desarrollaron más de 70 actividades. Una de las exposiciones se tituló “Agrotóxicos y agroecología: sus impactos en la salud comunitaria e intervenciones desde los equipos de salud”. Fue presentada el viernes por Javier De Souza Casadinho, Pablo Javier Reyes, Alicia Blanco y Adriana Contarini.
“Notamos la presencia de numerosos profesionales de la salud y vecinos de la comunidad vinculados a la agroecología. Ha sido uno de los congresos con más propuestas sobre esta problemática, y hubo una coincidencia generalizada sobre la necesidad de frenar el avance del agronegocio, y poner en debate qué tipo de salud promueve este modelo productivo. Y coincidimos que para esta discusión hay que invitar a todos los actores, incluyendo las comunidades afectadas”, añadieron.
“Recurso humano”
También hubo un taller denominado “Ambiente y salud, ¿una relación a reconstruir?, dictado por José María Alí Brouchoud. En un contexto de neoliberalismo salvaje, que la perspectiva de los profesionales de la salud argentina proponga “una mirada humanizante” sobre la medicina, resulta sumamente interesante. “En las mesas centrales hubo una marcada preocupación por la mercantilización y la deshumanización de la salud, así como un llamado a descolonializarla. Y creemos que el mayor potencial para esto lo tiene, sin dudas, el recurso humano”, advirtieron.
“Privatizar la atención”
Si bien el posicionamiento final del Congreso se conocerá en unos días, Galende y García Martínez adelantaron que “en términos políticos observamos que el plan de un gobierno nacional que desfinancia al Ministerio de Salud, y pretende considerarlo mero organismo administrativo y no un actor político, genera un debilitamiento progresivo de la salud, y produce un clima previo a la privatización de todos los servicios, como modelo de atención predominante. El objetivo sería que finalmente el Estado sólo financie con subsidios directos la demanda de personas sin capacidad de pago (los más pobres), a través de seguros mínimos de salud, mientras el resto pasa a financiar una salud privada, donde el mercado es quien manda. Y entonces la pregunta es la misma que en otras áreas: ¿quién invertirá para construir el hospital de una pequeña localidad si no produce ganancia suficiente para el mercado?”
Desde hace 40 años, el congreso de la FAMG se financia exclusivamente “con el aporte de los socios y el pago de inscripciones”, sin intervención de otros actores, y mucho menos, de la industria farmacológica. “Eso nos permite funcionar con total autonomía y despojados de otros intereses”, explican. Entre otras resoluciones, el domingo también decidieron que en 2025 la edición número 40 se llevará adelante en Santa Fe.