Sintió goce al decir su razón de vivir: las lágrimas de zurdos. Apelo a mi derecho a réplica, apelo a la libertad con la que usted me ungió y, para que se hidrate o emborrache, va mi desahogo.
Ya mostró sus cartas, ahora fúmese ésta.
Usted empezó.
Le escribo en su idioma, con sus palabras, con sus metáforas, con sus temas preferidos.
Me subo, rebajándome, a su manual de estilo.
Me está deprimiendo y si no le escribo me voy a provocar un cáncer justo cuando un mal tipo está negando los remedios y los tratamientos a los enfermos. Encima no me dieron los cálculos, renales esta vez, y ni pude vender un riñón. El único remedio es que usted se vaya.
Quise pensar que usted era algo importante, algo de lo que hablan las ciencias y las artes. Me sumergí en algunas relecturas para ver si desculaba exactamente lo que es. Leí sobre el “cisne negro” y no era eso. Busqué “rara avis” y tampoco. Fui por el “hombre nuevo” y tampoco che. Un poco frustrado por no poder encontrarle un nombre me fui a la historia de la humanidad, a la historia de las especies y, sobre todo, a la teoría de la evolución. Ahí me empecé a ilustrar sobre lo que sería un “eslabón perdido”, pero hasta a Darwin se le perdió ese bicho. En sus cavilaciones, Darwin pensaba que ese ser había quedado a mitad de camino en la evolución porque se extravió. Por esa distracción no llegó a ser ni tan inteligente como un humano ni tan gracioso como un mono. Pero este coso se creía inteligente y gracioso. Esta autopercepción se daba en los casos más peligrosos y defectuosos de esta subespecie.
Se me vinieron sinónimos para definir a ese ser: tonto, bobo, estúpido, necio, abombado, zapallo; pero ninguno le hacía justicia. Por suerte, entre mis pergaminos, tengo un Doctorado de la Universidad de Sommelier de Pelotudos y ahí estaba la respuesta: usted es un boludo. Y esa es la razón por la que el eslabón perdido se perdió en la cadena de la evolución: por boludo.
Y usted no es sólo eso, fue un boludo al arco primero y ahora es un boludo importante.
La importancia se la da la investidura aunque le quede grande. En realidad le queda como el orto sin importar si se sube a un banquito, apaga las luces o hace picar la cámara. Es la percha, usted que se cree estéticamente superior es amorfo y lo peor de todo es que tiene el culo con raya corta.
Buscaba atención como todo boludo, deseaba atención, necesitaba atención. Acá lo atiendo.
Le voy a contar una anécdota que muestra mi buena voluntad para mantener un intercambio epistolar adulto y distendido. Sé que le va a caer simpática porque la protagonizó un militar. Tengo un amigo al que le decimos “Gallo” desde la colimba.
Formados en fila para revisión o lo que fuese que hicieran los milicos, mi amigo se había tentado. El milico en cuestión, raro en su ocurrencia porque no son destacables por el humor, le tiró a mi amigo antes de mandarlo a hacer cuerpo a tierra y esas gracias: “¡¿De qué se ríe? ¡Gordo, papón, lechoso y pelotudo como el Gallo Claudio!”
Esta digresión que me permito viene a que se me representó que no nos gobierna un león, que estamos en manos del Gallo Claudio.
Siguiendo con la milicia para no perder el hilo rojo que nos une, usted compró aviones para poder disfrazarse de piloto, de marinerito, de soldadito o de Capitán América y ser los Village People en una sola persona. Pero no se olvide que los milicos son siempre milicos, y que su Vicepresidente es presidenta del club de fans de los camuflados.
Cuídese porque me parece que le quieren hacer la Revolución Libertadora a su Libertad.
Usted es el claro miedo de los que dicen que: “el problema de la Democracia es que cualquier boludo puede llegar a Presidente”. Usted es el cuco de la democracia, es un tipo que llegó gracias a ella y una vez ahí “le importa tres carajos”. Se comporta como un dictador, como un mesías, como un boludo peligroso.
Achicar, debilitar, destruir, desaparecer el Estado, con las armas de esta naciente extrema derecha explícita es un firme Golpe de Estado.
Sólo eso es razón para un juicio político. Pero como no hay ni una luminaria en el Congreso, esta sí que no la ven. Tal vez la vean, pero se dejaron decir ratas, corruptos y algunas cositas más, y lo único que hicieron fue aumentarse el sueldo en concepto de indemnización por daño moral.
Un topo es una rata gigante, ciega, que además no escucha un pomo, y lo único que hace son pozos al pedo. Un topo es otro bicho boludo; en ésta debo reconocer su coherencia.
Sabemos que usted es católico y un poco judío también, un boludo con crucifijo y quipá. Los de la cole, a la que quiere pertenecer, después de su viaje a Israel no le quieren cortar el prepucio, se quieren cortar la chota entera porque un goy converso, marrano, traidor los metió nuevamente en la mira de los fundamentalistas. Es casi judío, ario, supremacista blanco y jefe de antisemitas. Jamás, ni en la cabeza más enfermiza se presentó la idea de que llegara el día en que un tipo lograse que expresiones como: pueblo elegido y raza superior se acercaran peligrosamente a un sinónimo. Usted representa al pueblo superior, la raza elegida.
En su nueva religión apenas le está sobrando un judío, Jesús se llama el chabón. Usted se caga en Jesús, se caga en Dios. Se cree el elegido y cree que puede caminar sobre las aguas. Pero la ciencia y las religiones se han puesto de acuerdo en esto: los soretes flotan.
Nos va dejando como el culo en el mundo entero, es una vergüenza para Argentina.
Sus viajes, sus intereses demuestran el destrato al Estado usando sus fondos, rascando el fondo de la olla para erigirse como el loco mascarón de proa de este barco pirata de la nueva ultraderecha. De este Titanic mundial en donde nos tocaron los camarotes de abajo. Usted no es el comienzo de nada; es el Apocalipsis, es el fin.
El infierno es nuestro presente pero también su futuro cercano; el destino final de los criminales de lesa humanidad.
No sólo se mete con los enfermos y los remedios, les quita pensiones a los discapacitados, mientras los cita para insultar. Usted es un incapaz, un subnormal, un fronterizo moral y a secas también. Al único que le cierran los números es a usted, pero no es por genio, es por boludo. Se mete con los viejos y con los pibes; usted es un cobarde, poco hombre. La gente ya está muriendo en la víspera y, por primera vez, los pibes sí que van a nacer chorros.
Se autoproclamó “vaca mala” hablando de sus retenciones de líquidos, y el tiempo le dio la razón. No entregó la leche guardada y la dejó vencer; se culió a los hambreados en seco. Y le comento, lo educo, le enseño ESI: estar cincuenta años para ponerla no es sexo tántrico, es ser virgo nomás. Su cuerpo no solamente parece un saché de leche; de leche de vaca mala, de leche cortada, de leche vencida. Usted es un saché de mala leche.
Usted no gobierna para la gente; usted no gobierna. Es un tipo ególatra y utilitario cuyo expertise es la autosatisfacción. Se pasa la vida satisfaciéndose con el algoritmo de “X” y cascándose con “XXX”. El más turbado es usted; ojalá supiese separar la paja del trigo.
Mientras iba derramando su simiente sobre la tierra como fiel discípulo de Onán, reconozco que nos avisó que nos iba a tocar el culo. Pero se zarpó porque es pornográfico, lascivo, abominable, desagradable y cultor de la práctica extrema del “fisting”. Y nos metió una falange y no le alcanzó. Y nos metió dos falanges y quedó insatisfecho aunque le pedimos que pare. Y nos metió el puño entero en el opi hasta que se le atoró el reloj.
Ya que sigue, mire el reloj y sepa que se le terminó el turno para cogernos, y que ya es hora de que haga lo correcto y nos saque el puño del recto. Usted es un libertino, un sádico sin masoquistas; lo que está haciendo lo convierte en un violador.
Su violencia, violenta hasta los más mansos.
A los caídos, a esos que prometió ayudar con lo que sea necesario, los está meando, cagando a patadas en el piso, enterrando. Y como en un nivel imposible de Tetris, a cada momento se cae gente más rápido del sistema, y no se pueden acomodar con los que ya estaban ahí esperando el derrame. Está haciendo una montaña de caídos que ni el escalador más experto puede llegar a coronar. Pescado, mesías multiplicador de hambre.
Es Jefe de Estado, es jefe de algo que detesta, de algo en lo que no cree y que está haciendo desparecer. Es el Presidente de un estado inexistente; usted es un oxímoron.
Usted, que está a favor de la esclavitud y la esconde bajo la palabra Libertad, debería saber que el esclavista bueno…, no, eso fue otro oxímoron… debería saber que el esclavista intuitivo cuidaba de sus esclavos, les daba techo y comida digna, solamente para que el esclavo estuviera descansado y fuerte para poder aguantar las horas de trabajo y los latigazos al otro día.
Comprar esclavos era muy caro, era más económico cuidarlos un poco que andar cambiándolos. Pero como usted es el extremista de los extremos, provoca que haya gente que tiene dos o tres amos, que son maltratados durante quince horas al día, por un dinero que no les alcanza para techo y comida decentes. Techo con agujeros, ambientes fríos, haciendo ayunos intermitentes con intermitencias de días enteros. La nueva esclavitud es esa libertad para apenas sobrevivir. Su: “¡Viva la Libertad Carajo!” es el grito de guerra de estos juegos del hambre en los que nos obliga a participar.
Usted es maligno como un tumor, hay que erradicarlo, operarlo, sacarlo, arrancarlo antes de que haga metástasis.
Quiere ganar una batalla cultural arrasando con la cultura, las artes, la educación.
¡Bruto, inculto!
Líder de estúpidos, garcas, filonazis, apátridas, negacionistas, supremacistas, cosplayers, brutos, íncubos, antivacunas, terraplanistas, freaks, aporofóbicos, analfabetos funcionales, marginales, homófobos. Alta runfla, alta caterva; alto guiso.
Sus votantes, hace un par de años se aprendieron la palabra “lacra” sin saber ni qué significaba ni de dónde provenía, ahora se aprendieron “casta” de la misma manera.
Lamento decirle que muchos de ellos la están quedando, porque quisieron unir las dos palabras nuevas aprendidas y se les complicó. LaLacraCasta, lalacracasta intentaron repetir . A muchos de ellos se les trabó la lengua, otros se la mordieron y a los más tercos o aplicados, les dio un ACV. La mayoría de los casos no fue grave, los agarraron a tiempo porque se notaba de lejos que decían boludeces, y sus secuelas son casi imperceptibles. Quedaron un poco más pelotudos que antes pero no se nota; los boludos carecen de matices.
La gente se manifestó con el derecho que le da la Democracia y los metió presos por sedición, como un tirano, un dictador cobijado por la misma forma de gobierno. La gente se va a seguir manifestando y usted seguirá haciendo uso de las Fuerzas para acallar toda voz crítica. Lo que no está viendo es que está habilitándolos a no usar los modos de la democracia para pedirle amablemente que se vaya a la puta que lo parió. Se le viene la rebelión, se le viene la anomia, se le viene la verdadera anarquía; anarquista de la inteligencia, anarcobobo. Boludo siendo un conchudo; travestido, hermafrodita de la moral.
Vamos a ver qué hace cuando se nos acaben las lágrimas y aparezca la bronca, la misma que destruyó a Sodoma. Lo que tenga en mente, sea lo que carajo sea, en lo que a mí me toque no se lo voy a permitir. Mucha gente lo único que tiene es el Estado.
Se metió con un Pueblo, con una Patria, con una Nación, con una República, con un Estado que tiene Constitución, camiseta, gorro, bandera, vincha y también tiene un himno que le guardaba un mensaje subliminal.
“…Se levanta en la faz de la tierra
una nueva gloriosa nación.
Coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido un león…”
Arrodíllese, háganos genuflexiones, póstrese, arrepiéntase y pídanos perdón y piedad.
¡Traiga la pelota, deme la patita, hágase el muertito!, atracción de circo anacrónico.
Si no fuese tan horrenda criatura, tan mal parido; daría gracia o pena.
Esta es mi carta de presentación, mi carta documento, mi carta de aviso. Perdone que por momentos me lo tome en serio, pero como ya sabemos usted empezó. Esto es, por ahora, entre usted y yo. Pero esta pequeña misiva personal puede ser el inicio de un correo colapsado para que se vaya. Y ese va a ser su miedo, su cuco, su pesadilla recurrente, su grano en el culo con raya corta.
Como cosplayer que es, sería hora de que empiece a pensar de qué carajo se va a disfrazar cuando se agoten las lágrimas y las palabras. Le sugiero que se disfrace de hombre invisible, porque es muy probable que no sea de su agrado el ser encontrado así nomás, sin maquillaje ni photoshop.
Con esta carta le tiro el castillo de naipes de tarot a la mierda, apenas quedará visible entre las ruinas de su reino una torre invertida, la ira de Dios.
Deje de aburrirse como Presidente, recoja a su hermana, coja a sus perros y salga de gira mundial en su nube de pedo con el espectáculo: “El Abominable Blanconieve y los cinco, seis o siete conanitos”. Tuve una epifanía pero no se la cuento.
Quedo a sus órdenes, mi lacayo.
Amén