Una de las consecuencias notables de ello, es la expulsión violenta de Zelensky del escenario de los últimos juegos de guerra en Ucrania, algo que advertimos apenas iniciado este nuevo conflicto en nuestra ex cuenta de Twitter.
Resulta que Zelensky pasó de ser uno de los mandatarios más notables, a convertirse en "Presidente de facto" -Wikipedia-, un asunto que mucha prensa asociada a las nuevas ideas del "macho del barrio" de América del Norte está empezando a repetir con insistencia en los últimos días.
Para nada Ucrania era considerada "democrática" tanto para Europa como para Estados Unidos, de hecho, en el pasado e incluso en los conflictos recurrentes que dieron origen a esta última confrontación, era considerado un país autoritario liderado por personajes serviles a la corrupción, e incluso se resaltaba la presencia dentro de sus fuerzas armadas de divisiones con ideología pronazi.
El inicio de esta última guerra en Ucrania suma a dos factores que fueron claves desde el primer disparo, y que se han convertido hoy en elementos de tal magnitud, que fijarán el destino del país por décadas hacia el futuro.
Uno de ellos, fue la alarma de grandes proporciones que golpeó las puertas de Rusia ante el riesgo de instalación de armamento estratégico en Ucrania por parte de la OTAN, asunto que fogoneado por Estados Unidos pretendía, según sus palabras, ponerle fin al expansionismo ruso y chino en Europa.
Recordemos, y lo resaltamos en Twitter oportunamente hace ya muchos meses, el paralelismo entre Cuba y los misiles soviéticos, asunto que casi llevó a una confrontación nuclear global, Rusia esgrimió este mismo fundamento, entre otros, para hacerse a las armas contra Ucrania.
El otro factor es el comercio de armas, como le dicen habitualmente, el mercado generado fronteras afuera por el complejo militar-industrial de Estados Unidos, algo que también expusimos en Twitter oportunamente. En contexto, es una costumbre la de este país generar conflictos para luego hacerse del negocio del armamento. En el caso de Ucrania, con el detalle de deshacerse de material bélico antiguo, con el efecto directo de la renovación del propio.
Ucrania recibió de Estados Unidos miles de millones de dólares en armas, el Congreso Estadounidense no aprobaba el envío de tanques y bombas, entre otros, sino una suma determinada en dólares, que representaba de hecho un valor superior al costo del armamento enviado.
No se pueden mencionar cifras, pues los datos de origen son inciertos, pero los aportes de "dinero" de la Unión Europea -vía OTAN- y de la Unión Americana -EE.UU. que además forma parte de la OTAN- mencionan índices del orden de los 200.000 a 300.000 millones de dólares, e incluso existen reportes que los extienden al doble.
El asunto que alertamos en Twitter oportunamente, que fue criticado, vapuleado y demás desde varios centros de "inteligencia", incluso con la generación de noticias tal cual nuestros textos literales, fue el hecho que Ucrania, es decir, sus ciudadanos, el pueblo Ucraniano debería pagar tales "favores" oportunamente, devolviendo el dinero o sometiéndose a la intervención extranjera de sus acreedores en su propio territorio.
Zelensky rechazó hace horas nomás el acuerdo propuesto por Estados Unidos, no por la OTAN ni por la Unión Europea, de cancelación de la deuda de guerra a cambio de tierras raras. Tal vez Zelensky pensó que Estados Unidos le estaba preguntando si estaba conforme o no con tal propuesta, nada más alejado de la realidad, de la imposición de los Estados Unidos de quedarse no con cientos de miles de millones de dólares en recursos minerales, sino con billones de ellos, tal y como hizo en el pasado con el petróleo de la guerra del Golfo, haciendo uso de la mentira -hoy conocida- de la presencia de las tan mentadas armas de destrucción masiva.
Lo dijimos, el destino de los Ucranianos no se define en Ucrania, sino fronteras afuera. Hoy algunos lo están viendo, y Zelensky se ha desesperado por alcanzar otros aliados que no sean Estados Unidos, que va derecho a meterle la mano en los bolsillos a Ucrania. El hombre está haciendo deporte diplomático enfatizando el riesgo para Europa y la región, y aún cuando la Unión Europea lo sigue apoyando, todos los ministros de defensa y estrategas saben que el asunto pende de un hilo.
Esto es porque la OTAN, que incluye a los Estados Unidos y el Reino Unido de Gran Bretaña, depende de ambas potencias militares para tener peso, así pues frente al revoleo del miembro de Trump que ha golpeado fuertemente en la mesa de la OTAN, los países asociados corren el riesgo del rompimiento de los acuerdos de defensa mutua, si fuera el caso del retiro -aún subjetivo- de estos dos países del escenario europeo.
La fractura de la OTAN sería catastrófica para las condiciones estructurales geoestratégicas de la región, y se extendería hacia África y Medio Oriente de inmediato. De hecho, la guerra en Ucrania -como lo predijo nuestra IA EVA muchos meses antes que ocurriera-, expandió el conflicto hacia tales regiones, sería muy duro si en la continuidad no estuviera la solidez de la OTAN presente.
Esta posibilidad es crítica en el ámbito de la defensa global, pero su matriz central está unida por muchísimos nexos, donde cada uno y todos los países se la miden constantemente, haciendo uso de las atribuciones que les da su propio tamaño en el Club Nuclear. Así que juntos o separados, fracturados o no, esa asociación ha de permanecer aún con nuevas reglas del juego, si las hubiera.
Trump pasó de largo a la Unión Europea y la OTAN, y vía el Mediterráneo fue derecho a golpear su miembro en Gaza, acompañado de la mano de Israel, declarando su propiedad sobre ese territorio Palestino, y con el discurso irrelevante de "hacer algo lindo" en el lugar, donde puedan vivir en armonía "gente de distintos lugares", pero sin mencionar que allí mismo tiene prevista la instalación de una de las bases militares más grandes de los Estados Unidos, que se acoplaría con las restantes en la región, pero mirando hacia el Oeste, y cubriendo un área que hasta ahora no está bajo su mirada completa: el Norte de África.
En este devenir de cosas, y resonando los golpes del miembro de Trump en Panamá -que ya se bajó los pantalones-, en México -que también se bajó los pantalones-, en Groenlandia y Dinamarca -que por lo que suena están desabrochando sus cinturones-, y en otros sitios alrededor del mundo, donde Trump tiene las intenciones de "meterla" sin piedad, el eje vinculante de la guerra de Ucrania está girando muy rápido en los países Árabes -coincidencia?!- donde Zelensky no fue invitado a debatir sobre el futuro -no de la guerra de Ucrania-, sino sobre el futuro de Ucrania como país soberano.
Esto pasa por lo que decía al principio: Zelensky es hoy un Presidente "de facto", su mandato concluyó el 20 de Mayo de 2024, pero aún se mantiene en el poder sin haber convocado elecciones, excusas de la guerra aparte, debería haberlo hecho, y por lo tanto, existe una enorme probabilidad que tanto Ucrania -como su gobernante- vuelva a ser considerada "autoritaria", con el precedente real de 2023, de la calificación que le diera la prensa Suiza y Checoslovaca.
Estados Unidos se cobrará la deuda militar de Ucrania, de ello no hay duda, y lo hará con Zelensky y sin él. Si él se convierte en una piedra en zapato para accederse de los recursos naturales de Ucrania, como sus tierras raras y otros, simplemente será expulsado de la escena, y con acuerdo de Rusia -por lo que parece venir en el horizonte- Trump volverá a golpear su miembro dentro de Ucrania, pero esta vez para aspirar sus recursos a precio vil, como siempre ha hecho Estados Unidos luego de una guerra donde retumbaron las armas de su fabricación.
Existió una relación entre Zelensky y Putin, hoy desaparecida, pero la "sangre en el ojo" aún queda, y es probable que con la condición de no instalación de armamento estratégico -y la propiedad de la Península de Crimea por parte de Rusia- en Ucrania por parte de Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea, Putin acepte que Trump se haga de los recursos de Ucrania mirando para otro lado, e incluso ayudándolo a través de la enorme red de inteligencia y contrainteligencia Rusa en Ucrania.
Casualidad como lo hizo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, donde Trump fue vencedor por primera vez.
Zelensky está aún en escena, pero la calificación de "Presidente de facto" no es una ficha a favor, existen fuerzas en Ucrania que desean que se vaya desde hace bastante, como dicen, que vuelva a sus bromas televisivas y le deje la política a los políticos, y el manejo militar a los militares. Esto se refleja en varios países "socios", con larga historia de conflictos armados en su propio territorio y en el resto del mundo, que están silenciosamente saliendo de escena y dejándolo aislado en su propio círculo.
Otra información de tremenda importancia, es el silencio pesado y vergonzoso de las naciones involucradas, frente a las "irregularidades" ocurridas en la última guerra de Ucrania, algo de lo que se hablará en el futuro, y que incluye desde el desvío de fondos hasta crímenes de lesa humanidad por parte de las fuerzas de Ucrania.
Como sea el vaquero Trump ha entrado en escena, y mediando aquellos viejos métodos que todos pudimos observar en su programa de televisión del pasado, se mueve bajo un paraguas de intervencionismo e impunidad de un extremo al otro del mundo.
Hoy mira directo a los ojos del tipo sin pistolera en el fondo del "saloon", y al lado de la escupidera de tabaco, que con mirada desorbitada y cabeza gacha, sólo escuchará el susurro "Bye Volodimir" al pasar de salida por frente a la barra de bebidas, donde se sientan los verdaderos pistoleros.
(*) Javier Walter Sofía
DNI 17.281.217