El viernes, hubo marchas contra la Cumbre del G20 que se realiza en Buenos Aires. En General Pico, la CCC reclamó en Plaza Seca.
En el centro porteño, se convocaron más de cien organizaciones de izquierda y de derechos humanos luego de que la Justicia liberara a los dirigentes del PTS arrestados por llevar 25 handies de comunicación.
Los tres primeros arrestos fueron realizados por la División Prevención del Delito de la Policía de la Ciudad en la calle Santiago del Estero, cuando tres jovenes que se desprendían de columnas de la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie cambiaron bruscamente el sentido de su caminata, informó Infobae.com. Se les solicitó que abran sus mochilas: tenían gran cantidad de bolitas de vidrio, bulones y tornillos así como gajos de limón para aplicar en los ojos y aliviar los efectos de los gases lacrimógenos. El hallazgo fue comunicado a la Fiscalía Contravencional Zona Este a cargo de Federico Tropea que dispuso los arrestos.
Los detenidos son dos hombres y una mujer de entre 19 y 21 años: uno de ellos, oriundo de Dock Sud, fue procesado por el juez Claudio Bonadío tras ser detenido encapuchado arrojándole piedras a un local de la firma Movistar en Avenida de Mayo durante los disturbios por la reforma previsional en diciembre del año pasado.
En la vanguardia de la columna de la CCC, por lo pronto, no recibieron noticias del arresto. "No sabemos nada", asegura una fuente.
Los arrestos duraron poco: el fiscal Federico Tropea los liberó tras identificarlos.
Los tres arrestos siguientes se produjeron en la esquina de Independencia y Lima: los detenidos esta vez son tres varones de 15 años de edad, tenían martillos, piedras, envases con combustible y petardos doble mecha. Los efectivos que los tienen demorados esperan la respuesta de la consulta a la Justicia.
"Veniamos caminando buscando un puesto de comida y los detuvierom porque tenían mochilas y estaban vestidos de negro", aseguró a Infobae el padre de uno de ellos.
Nora Cortiñas, madre de Plaza de Mayo, presente en la marcha con 88 años de edad, afirmó: "Estamos cansados de ir a las comisarías luego de cada marcha. Esto parece un estado de sitio. Tenemos el derecho de protestar contra el G20 el FMI y las políticas del gobierno".