La gobernadora de la provincia de Tierra del Fuego, Roxana Bertone, salió al cruce de las declaraciones vertidas por el presidente Macri en las cuales echó la culpa a la industria electrónica fueguina por un déficit de infraestructura que existe en el puerto de Ushuaia.
En la cena anual de Cippec, el primer mandatario confundió “Puerto Williams” con Punta Arenas, una localidad del sur chileno, y aseguró que allí están aprovechando negocios de abastecimiento logístico para emprendimientos en la Antártida y cuestionó que Ushuaia tenga solamente un muelle. Esta situación, según Macri, “se solucionaría con una inversión menor en relación a los millones que pusimos en subsidios para tener una industria armando celulares”.
En contraposición a esto, Bertone respondió que “la ampliación del Puerto de Ushuaia es una obra que está paralizada porque su Administración –en referencia al Gobierno Nacional– decidió frenarla. La Provincia puso los recursos para hacer un dragado que permitiera seguir creciendo en la recepción de cruceros.
Paradójicamente, hoy inauguramos dos muelles de pescadores en nuestra Provincia: en Ushuaia y en Almanza. El desconocimiento que exhibe es profundo y nos duele a los fueguinos”.
El presidente de la Nación decidió eliminar en el 2017 los aranceles que pagaban las notebooks y tablets importadas que ingresaban al país. Esa medida puso en jaque a la industria electrónica de Tierra del Fuego: en 2013, la producción de laptops en esa provincia alcanzó 1,5 millones de unidades, se redujo a 17 en 2017 y el año pasado no se produjo ninguna. Una tendencia similar se dio con la producción de tablets.
La caída estrepitosa en el consumo interno y la fuerte devaluación ocurrida ayudaron a destruir al sector, aunque Cambiemos había explicado que la eliminación de aranceles serviría para disminuir subsidios a la industria fueguina y bajar los precios de los artículos electrónicos.
El daño en la pérdida de puestos laborales fue “terrible”, graficó la gobernadora. Según el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, la decisión del Gobierno Nacional destruyó 8.000 fuentes de trabajo en la provincia.
Los pampeanos sabemos de esto, al igual que nuestros compatriotas fueguinos: de la destrucción del trabajo por culpa del macrismo y de las mentiras de los funcionarios nacionales que dicen estar haciendo obras en lugares donde todo está parado (recordemos sino los alteos de las rutas y los jardines de infantes sin terminar).
Se aprovechan de la confianza de la gente que no tiene porque saber la situación real de cada provincia y tiran datos, cifras y números que no son ciertos. Además, desde el Poder Ejecutivo nacional demuestran una clara ignorancia sobre los asuntos de cada jurisdicción del interior argentino.