El caso de la búsqueda de identidad verdadera estalló en General Pico en diciembre de 2003, con la llegada a esta ciudad de la joven Andrea Langhof, a quien sus padres adoptivos le revelaron que no eran sus verdaderos progenitores, pero nunca quisieron o pudieron decirle a Andrea quien era su madre biológica.
La joven, radicada en Glew con su familia adoptiva, recorrió las calles piquenses y se entrevistó con decenas de vecinos, con sus padrinos y con el pediatra que firmó su nacimiento, el doctor Carlos Broggi, tras una pista para dar con su madre. Pero todo fue en vano y Andrea resolvió hacer pública su historia, a través de la Agencia General Pico del diario La Arena.
Viajó en innumerables oportunidades y se entrevistó con una cantidad incontable de personas de los ámbitos más disímiles: médicos, enfermeras, ex empleados del Registro Civil, parientes, mujeres que habían dado sus hijos en adopción, vecinas que decían saber algo… reunió información para hacer una voluminosa novela de su búsqueda y en varias oportunidades la esperanza le hizo palpitar fuerte el corazón, pero a último momento, la verdad volvió a esconderse.
Andrea no abandonó nunca la búsqueda, contra el silencio de quienes saben y también frente a la antipatía o directamente el odio de quienes se molestaron porque revivía situaciones y circunstancias que aún hoy se pretenden mantener enterradas en el olvido.
Porque su búsqueda personal creció y terminó relacionándose con otros numerosos casos ocurridos desde los años ´60 y hasta los ´80, que hizo sospechar de modo contundente, que existió una banda dedicada a comerciar con bebés recién nacidos.
Con la masificación de Internet y la llegada de las redes sociales, numerosas personas de entre 40 y 50 años lanzaron su pedido de información en procura de conseguir lo mismo que hace tanto busca Andrea Langhof: saber quien fue su madre biológica.
Se encontraron hace poco más de un año, en 2017 y tras haber reunido datos nuevos y detalles muy precisos, ese grupo de personas acudió a la justicia para conseguir que la gente que sabe cómo ocurrieron las entregas, hablara.
La denuncia fue radicada en la justicia penal provincial. Desde allí, dado el tenor de los delitos, la causa fue derivada a la Justicia Federal.
PEDIDO DE INDAGATORIAS POR DELITOS GRAVES
Hace unas pocas horas, la jueza federal subrogante de Santa Rosa, María Gabriela Marrón, accedió a la solicitud de la fiscal federal subrogante Adriana Zapico y ordenó la comparencia taxativa, para prestar declaración indagatoria, de catorce personas a las que se les imputan los delitos de “Supresión del estado civil, sustracción de menores de 10 años, falsificación de documento destinado a acreditar identidad y falsedad ideológica”.
La pieza judicial precisó que según explicó Zapico (quien ya dejó la fiscalía federal en manos del fiscal Leonel Gómez Barbella), surge “de las constancias, la probable comisión de delito, existiendo sospecha sobre la participación por parte de” los catorce imputados, a quienes se cita a “prestar declaración indagatoria”.
Esas catorce personas, cuyo nombre se reserva para no entorpecer la tarea judicial, deberán presentarse ante el Juzgado Federal de Santa Rosa entre los últimos días de agosto y los primeros días de setiembre venideros.
La citación dice además, que “en caso de incomparencia injustificada se solicitará su inmediata detención”. La notificación fue encomendada a la Delegación General Pico de la Policía Federal.