Luiz Inácio Lula da Silva se entregó a la justicia brasileña. Después de 26 horas de que se cumpliera el plazo establecido por el juez, el expresidente abandonó la
sede sindical a pie.Antes, había intentado partir en auto pero los manifestantes de su partido se lo impidieron. Tras ser revisado por médicos, la Policía Fe
deral trasladará en avión a Curitiba y quedará preso. En medio de tumultos y disturbios, el favorito en los sondeos presidenciales salió horas después de anticipar que aceptaba el pedido de prisión en su contra.