Rafael Amor está por estos días en La Pampa junto a Pili, su compañera y manager. Canta en Rancul, pero llegó antes a General Pico porque sus amigos Carlos Zamora y Natalia Toro lo invitaron a participar del encuentro del grupo de propietarios de casas rodantes que se han asignado como nombre el título de una de sus canciones más significativas.
El encuentro se realizó en la noche del sábado en la ciudad y durante su desarrollo, Rafael fue “ungido” como padrino de los rodanteros, que suman casi sesenta integrantes de Pico y de otros varios puntos del país.
En diálogo con MaracóDigital, repasó que viene de presentarse en concierto “en Casa de La Pampa, donde canté cosas que estoy grabando ahora en Paraná. Todos poemas y canciones de mi viejo, Francisco Amor… la gente a papá lo tiene catalogado como cantor de tangos pero no como poeta, y entonces yo quiero reinvindicarlo con estas cosas”, dijo.
Cuando le recordamos el tiempo que hace que compuso su famoso tema sobre la globalización y lo poco que se han revisado los errores, el cantor es concluyente: “El sistema es recurrente en la perversidad –definió-. Es un sistema mentiroso, criminal, impávido, que influye en la muerte de miles de seres humanos”.
“La traslación que hay hoy todavía de los migrantes… los llaman refugiados, pero no los refugia ni Dios… Ni en Europa ni a los hermanos de Honduras, a los hermanos de Venezuela…, van de un lado para otro buscando un lugar donde ejercer la vida”.
“Uno canta dando una voz de alerta siempre con la intención de qué algo se mejore –recuerda-. Yo escribí “La torre” mucho antes que fuera lo de las Torres Gemelas… La torre que yo canto es la torre de la riqueza, que cada vez se va acumulando más, cada vez se van comiendo los hígados entre ellos, van creciendo, creciendo y alrededor, toda la pobreza que ha generado se encuentra presa y un día va a terminar derribando la torre. No se cuando ni como, en la canción lo digo…”
“Por los caminos del planeta olvido, vagan y vagan los desheredados… eso lo escribí hace muchos años. Era de prever lo que está ocurriendo, porque ellos no aflojan… Siempre digo que cuando hablan los que gobiernan, a los que le toca ocupar ese papel durante un tiempo, no hablan para nosotros. Hablan para ellos. Menem cuando dijo: “no los voy a defraudar”, no estaba hablando para nosotros, estaba hablando a los que no defraudó”.
“Ese es el quid de la cuestión: el cinismo de este sistema al que le importa un pito el ser humano”.
Por estos días, Rafael Amor está instalado en Argentina. “Estábamos haciendo en España con mi hijo Salvador un espectáculo que se llama “Amor con Amor y el espíritu canto”. Y ahora en enero vendrá Salvador y vamos a hacer algunas presentaciones. Vamos a estar en Mar del Plata, en Cosquín, ciudad en la que me han invitado al encuentro de poetas”.
Aclara que no estará en el festival. “Los socialistas que ganaron en Cosquín me borraron, después de 8 años de tener bastante éxito en Cosquín. Pero me borraron. Vaya a saber por qué. O no saben, o a lo mejor reciben órdenes”.
Y menos en las peñas de Cosquín. “Porque allí es donde realmente más se ultraja al artista. Ahí cobra el que lleva la leña, cobra el que hace el asado, cobra el que vende las bebidas, cobran los mozos, cobra el sonido, cobran todos, menos el artista… El colmo es que he visto que al artista hasta le cobran para ir a mear… le cobran para ir al baño. No es que me lo cuente nadie. Lo he visto”, relata contundente.
“Está claro que yo no estoy para hacer pavadas en el escenario… será por eso que me bajaron de Cosquín, los socialistas de Santa Fe, que son los que manejan Cosquín ahora. ¿Sabés que dijeron? Después de los 8 años en los que yo tuve un gran éxito en Cosquín. Está mal que yo lo diga, pero es así. El representante va a ofrecerme para actuar y le dicen: “¿Quién es?” Y entonces mi representante le contesta: mirá, hay mucha gente que no sabe quién es, pero que vos, programador de Cosquín, no sepas quien es, es lamentable. Está mal que yo lo diga pero es así”.
“Es doloroso… porque la gente es muy cariñosa conmigo. Una vez yo estaba en Alicante, estaba con mi hijo, y andaba mal de la garganta, pedí disculpas y vino un señor que le dijo a Salvador: ¿por qué pide disculpas? No, porque estaba un poco mal… Y bueno, que no cante, que hable!, dijo el hombre”, recuerda sonriente.
UNA DEUDA CON CORTEZ
Cuando habla de Rancul y de su amigo, se pone serio. “Voy a decir algo que a lo mejor es ríspido. Alberto Cortez no tiene el reconocimiento de su provincia. Me parece que es una figura consular de La Pampa. Él, como artista, siempre habla de La Pampa. Y no tiene el reconocimiento que merece”.
“Volver a cantar donde nació tu amigo es muy gratificante –concluye-. Alberto es como un hermano para mi, así que es gratificante…”
Y fiel a su estilo de cantar profundidades mechándolas con su particular humor, se despide con una anécdota. “Yo me acuerdo la vez que vine (por los 100 años de Rancul), estaba saliendo para el aeropuerto y se me acerca un vecino allá en Madrid a preguntarme para donde salía. Voy a Argentina, al pueblo de Alberto, que cumple 100 años. “Coño, 100 años tiene Cortez?”…