Una situación llamativa se vivió en la sucursal 131 de Coto, ubicada en José C. Paz, en la que dos mujeres se tomaron del pelo luchando por una última bandeja de milanesas que estaba en oferta. Si bien hechos como este ya tienen antecedentes en ése mismo lugar, no dejó de sorprender a los que observaban esa escena y la catalogaban como algo penoso.
Esto se produce en un contexto económico donde la inflación continúa en aumento y las ofertas de los supermercados son tentadores que, en las grandes cadenas, suelen tener beneficios comparando con mercados más pequeños.
“La gente está esperando y más o menos ya sabe los horarios en que sale la carne”, dijo una de las clientas de Coto. “Eso viene bárbaro para cualquiera que necesita ahorrar unos pesos”, afirma otro. Y una mujer agrega: “A veces en medio de la pelea se abren las bolsas y queda abierta la mercadería”. A pesar de que muchas veces hay niños pequeños, los empujones no se detienen y ya se volvió una costumbre. “Pasa esto porque está todo muy caro”, explica una mujer y agrega: “Acá se consiguen cosas a $170 y en el barrio está a $200. Es diferencia”.
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