En una conferencia en la que dio por finalizada la turbulencia cambiaria, el presidente Mauricio Macri realizó hizo un par de autocríticas sobre su gestión al admitir que "puso metas demasiado optimistas" y que "hubo "problemas de coordinación entre el gabinete económico y el Banco Central".
Disparada del dólar
La "turbulencia financiera", como denominaron desde el Ejecutivo Nacional, que llevó a una intensa devaluación del peso y a una fuerte alza de tasas en las últimas semanas está "superada", aunque el país debe acelerar la reducción de su déficit fiscal, dijo este miércoles el presidente Mauricio Macri.
"La turbulencia cambiaria la consideramos superada", señaló el mandatario en una conferencia de prensa realizada en la Quinta de Olivos.
"Lo que pasó en estas semanas es que el mundo ha decidido que la velocidad con que nos habíamos comprometido a reducir el déficit fiscal no es suficiente en términos de garantizar que vamos a hacerlo con la seriedad y la profundidad que se necesita. Por eso tenemos que acelerar", añadió.
El peso arrastra una caída del 15,44% en mayo, lo que llevó al BCRA a subir las tasas al 40% para sostener el valor de la moneda.
Ngociaciones con FMI: "Nadie nos va a condicionar"
El Presidente garantizó que el FMI "no va a condicionar" a su administración, mientras rechazó la posibilidad de que el organismo pidiera modificar leyes laborales o el valor del tipo de cambio para brindar la línea de crédito. Lo hizo al referirse al acuerdo que negocia el país con el organismo internacional tras la turbulencia económica que se vivieron en los últimos días.
"El Fondo no habló de las leyes laborales, tampoco jamás planteó nada del tipo de cambio", insistió en una conferencia de prensa en la Quinta de Olivos.
En ese sentido, aseguró: "Les decimos exactamente lo que se habla. Acá no hay agendas ocultas. No hice ninguna negociación oculta".
Argumentó que las negociaciones mantenidas con el FMI estuvo vinculada con "valores estructurales". "El FMI no se mete con nuestra legislación ni con el tipo de cambio. Nadie nos va a condicionar", reiteró.
Destacó, además, que el crédito del FMI al país "representa también el apoyo que el mundo está dando". "Todos quieren que a los argentinos nos vaya bien, quieren ayudarnos", afirmó.
Inflación y la “meta muy alta”
En referencia a cambio de metas económicas del 28 de diciembre pasado en la que se fijó una inflación del 15%, el mandatario admitió que "hemos tenido problemas de coordinación entre el gabinete económico y el Banco Central". Sin embargo, recordó que "esa coordinación debe ser sin vulnerar la independencia del Banco Central".
Además, consideró que su gestión puso "metas demasiado optimistas y mucha gente se irritó" cuando no fueron cumplidas. "Pusimos metas demasiado optimistas y mucha gente se irritó. Algunos dicen que no hicimos un diagnóstico suficientemente duro, pero tampoco era bueno hablar de lo tan mal que estábamos", señaló Macri.
Pese a ello, el mandatario ratificó al Gabinete y explicó que en definitiva la responsabilidad final es del Ejecutivo. También el mandatario se mostró muy decidido en acelerar la reducción de déficit que como viene reiterando desde hace tiempo es la salida que ve su gestión para combatir la inflación.
"Lo que pasó en estas semanas es que el mundo ha decidido que la velocidad con la que nos habíamos comprometido a reducir el déficit fiscal no era suficiente", analizó el presidente en la quinta de Olivos ante los medios. De ese modo, evaluó que la Argentina debe "acelerar" el proceso para lograr la reducción.
Resaltó que se dieron "siete trimestres consecutivos de crecimiento", lo cual analizó que "demuestra" que el país tiene "futuro". Según su entender, "lo que está pasando en el país en un hecho concreto y para que eso pueda fortalecerse, necesitamos sacar esta mochila".
(Ámbito.com)