El jueves 5 de Abril envié a los medios de comunicación una nota mostrando lo que me pasaba a lo largo de más de 5 meses con una compra en Frávega, la muy conocida y prestigiosa empresa.
El lunes siguiente de esa publicación, el 9 de abril, por primera vez recibí un llamado de la empresa proponiéndome… ¡otro canje!
Me dijeron que el anterior modelo que me propusieron canjear… tampoco lo tenían en stock (a pesar que en el sitio de ventas en línea de Frávega si estaba). Acorralado por la posibilidad que me daban (una sola) acepté el canje por otro similar, pero de pantalla plana y de menor precio. Me lo cambiarían por lo que ya había pagado en noviembre del año pasado.
Al poco rato recibí por correo la nota de crédito por el TV que no me enviarían y seguidamente la factura del que me cambiaban. Esto lo conocía y no habían cumplido, las expectativas eran muy bajas. Traté de comunicarme seis veces al teléfono que me dieron para ver el seguimiento… no contestó nunca.
Pasó el fin de semana y el jueves 12 un trasporte trajo a mi casa el televisor. Casi incrédulo (esperando encontrar no sé qué cosa en el embalaje) abrí la caja y vi que era efectivamente el TV 55 pulgadas pantalla plana que me habían canjeado por segunda vez y facturado hacía apenas 5 días antes!!
Al rato de llegar la encomienda la señorita que me había contactado me llamó para ver si efectivamente el aparato estaba en mi poder, si estaba todo bien. Y además me anoticiaba que la empresa me había reconocido una diferencia económica a mi favor (en tono de favor), por tratarse de un modelo de menor precio y que estaría disponible en los saldos de la tarjeta con la que pagué en noviembre del año pasado.
Increíble, no?
Y así resultó el final de este caso que lo comunicaba con un poco de humor y con mucho ánimo de advertencia.
¡Más de 160 días de reclamos solucionados en apenas 5 días tras publicarlo en los medios!
Seguramente la empresa dirá que nunca se enteró de las publicaciones, pero es sugestivo, no?
Alberto Ferrero