SÁBADO 22 de Febrero
SÁBADO 22 de Febrero // GENERAL PICO, LA PAMPA
Seguinos en
Compartir
Twittear
  MIÉRCOLES 25/04/2018
Por Pedro Álvarez Bustos (*)
La Pampa reclamará por el rio Diamante
Vuelvo hoy con el tema de los ríos robados. Ya en mi niñez comencé a conocer el tema de los ríos que surcaban el oeste pampeano, como el Atuel y el Salado-Chadileuvù-Curacò y los perjuicios que sus desvíos, taponamientos y cortes provocaban en nuestra pampa.

Impedido transitoriamente de realizar una mayor actividad por nuestros ríos, como lo hice a partir de 1948 (ya han pasado 70 años), cuando conocí el tema cursando sexto grado en General Acha y compartiendo el aula con niños que, junto a sus familias, habían comenzado a abandonar nuestra región oesteña ante el corte de los ríos -aguas arriba, en Mendoza- hoy retomo el tema una vez mas.

Hace dos años, durante los primeros días de febrero de 2016, la prensa argentina informó que conforme datos, del Departamento General de Irrigación de Mendoza, el Atuel y el Diamante estaban por encima de los niveles históricos en cuanto a caudales.

El Diamante traía el 105 por ciento de su caudal habitual o sea 49 metros cúbicos segundo; mientras el Atuel lo hacía con un 101 por ciento de su caudal tradicional o sea 50 m3/segundo.

He aquí que no se debe pasar por alto la circunstancia de que el Diamante era afluente del Atuel.

 

Desvío del Diamante

Hasta 1808, es decir, más de doscientos diez años atrás, y antes de variar bruscamente su dirección hacia el sudeste, el Atuel recibía la afluencia del Diamante, que duplicaba el escurrimiento actual.

En ese año, el Diamante fue desviado por obras ordenadas por el comandante del Fuerte de San Rafael, don Miguel Telles Meneses Sodré, y aunque el río volvió naturalmente a su antiguo lecho, por lo menos en dos oportunidades durante el siglo XIX, la persistencia de la acción humana lo encauzó definitivamente como en la actualidad. Empero, en otra ocasión volvió porque el hombre así lo quiso.

Hoy, a más de dos siglos del desvío del Diamante hacia su actual curso, todavía puede advertirse claramente el antiguo cauce que los unía, conocido en nuestros días como arroyo La Aguadita.

Datos que, ya obran en el libro que publicáramos en 1984 (hace 35 años), sobre “Interprovincialidad del Río Atuel”.

Es necesario recordar como el caudal del ATUEL no solo fue perjudicado por obras clandestinas, obstrucciones y tapones, sino también por el desvío de su principal afluente, en territorio mendocino. Perjuicio que hizo foco en nuestro oeste.

Felicitamos a los pampeanos que, ante la nueva jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, iniciarán las acciones pertinentes en pro de los legítimos derechos de La Pampa.

(*) Ex Fiscal de Estado de La Pampa y socio fundador de la Fundación Chadileuvu.

Comentarios
 
ACLARACIÓN: No se publicarán insultos, agravios, ni cualquier otro texto con términos injuriosos.
Tampoco se publicarán comentarios con mayúscula fija.
No observar estas condiciones obligará a la eliminación automática de los mensajes.
 
 26/04/2018 | 21:29 Hs
Enviado por Miguel Ángel Cornejo
Excelente !!!
 
Escriba su comentario



Diseño y diagramación: A P