El animal, un Pit Bull joven y de gran porte, quedó en custodia en la canilera municipal y a su dueño se le abrió una causa penal por las lesiones ocasionadas a terceros.
En el último de los casos, el perro mordió a una mujer adulta en la vereda de la calle 22 entre 103 y 105. La víctima sufrió heridas importantes y debió ser asistida por médicos, pero no radicó la denuncia.
El fiscal Komarofsky ordenó el viernes el secuestro del perro, que según los vecinos, atacó a numerosas personas en la vereda de la vivienda de su dueño, que pese a la peligrosidad del Pit Bull, era habitual que dejara el portón del patio abierto, por lo que el perro salía de continuo a la calle.
El fiscal actuó de oficio por el “descuido e irresponsabilidad” de su dueño.
“Se tomó conocimiento que este perro había mordido a otras personas en esa misma zona”, le relató Komarofsky a El Diario y reveló que pidió una orden de allanamiento, que fue firmada por el juez Diego Ambrogetti.
“Se solicitó el secuestro del animal y se procedió con personal de la canilera municipal y médicos veterinarios, que asisten a la Policía en estos casos”, agregó el fiscal. Y detalló: “El perro se encontraba muy agresivo y hubo que sedarlo a la distancia. Posteriormente se lo traslado a la canilera municipal”.
Se supo también que el municipio piquense le labró un acta de infracción al propietario del perro por violación de la ordenanza municipal 118/16, que habla de la reglamentación de Tenencia de animales domésticos, de compañía y peligrosos, dentro del ámbito municipal.