Para tener una referencia clara de lo que significa entrenar a las campeonas Marta Marrero y Alejandra Salazar hay que saber que el padel en España tiene cuatro millones de adeptos y que se juega a nivel profesional y está en los titulares de todos los medios periodísticos.
Alday está considerado el estratega de las campeonas y las notas radiales y televisivas que le efectúan son constantes y pueden encontrarse en Youtube.
“Juancito” se fue a los 17-18 años de General Pico. Hoy tiene 45 y está radicado en Barcelona, donde además dirige una escuela de padel. Allí lo ubicó MaracóDigital.net tras el juego del domingo en Murcia, donde la dupla Marrero-Salazar volvió a ganar uno de los juegos del Word Padel Tour del año.
“29 AÑOS DE PROFESION”
“Jugué al tenis hasta los 17 y a los 16 empecé a jugar al padel en Pico mientras daba clases de tenis en González Moreno. También di clases de padel en Pico. Llevo 29 años de profesión. Tengo 45 y empecé a los 16”, recuerda Alday durante el diálogo telefónico.
“Me fui a Buenos Aires a estudiar y es cuando decidí que quería ser jugador de padel. Mientras seguía dando clases. Como jugador no me fue mal, pero tampoco me fue bien. Jugué 4 años entrenando como si fuera un jugador, pero a los 22 años más o menos fue que dejé de jugar, pero seguí dando clases. Después intenté volver, pero no lo logré”.
“Cuando me vine a España, en realidad yo no daba muchas clases de padel. Vine en el ‘97 dos meses, contratado por una marca, y después en el 2002. Para entonces ya había decidido en el ‘2000 que me quería venir a vivir a España”.
“En 2002 vengo a Marbella y de Marbella a Barcelona, que es donde estoy instalado. Di clases en un club, me empezó a ir bien y más o menos al 4to. o 5to. año de entrenador, el “Bela” (Fernando Belasteguín, 16 años número 1 de padel en España) se viene a vivir a Barcelona y yo lo entreno durante 3 años”.
“Con el “Bela” nos conocíamos desde que yo tenía 12 años, de una vez que jugamos en González Moreno. Nos llevábamos bien. Cuando él vino a Barcelona contrató a un entrenador pero a los pocos meses no le gustó y me llamó a mí. Estuvimos juntos 3 años. Diría que mi primer jugador fue Belasteguín. Es el n° 1 de los últimos 16 años y este año lo perdió porque se lesionó”.
“Luego me empezó a ir bastante bien aquí, en clubes y me empezó a ir mejor en la vida. Dejé a Belasteguín y me puse a entrenar a otros jugadores. Y de pronto nos conocemos con Marta Marrero. Ella jugaba al padel desde hacía muy poco tiempo, pero había sido jugadora de tenis. Había llegado a cuartos de final de Roland Garros, en tenis. Empezamos hace 7 años más o menos. Ella quería ser jugadora profesional y hasta el día de hoy soy su único entrenador. Y seguimos juntos”.
“SIEMPRE HE SIDO MUY EMOCIONAL”
Le mencionamos haber leído que sus pares lo consultan y que lo consideran un estratega que tiene muy en cuenta el factor sicológico de sus entrenados y Juan recuerda que su madre es psicóloga. Susana Pizzi dio clases y ejerció su profesión en Pico hasta su jubilación y es bien recordada en la ciudad.
“Con mi madre sicóloga, yo, toda la parte del entrenamiento del cerebro la tengo muy presente. No soy psicólogo, pero siempre he sido muy emocional en ese sentido. La parte física la maneja un preparador físico que tenemos, muy bueno. Ahora también tenemos una psicóloga que es una coach, no se mete en nada táctico”.
“Y si, por suerte me consultan otros entrenadores. Eso es normal aquí entre los entrenadores. Nos ayudamos bastante”.
“LA ORGANIZACIÓN ES LENTA, PERO SEGURA”
Al tiempo de evaluar el juego a uno y otro lado del Océano, Alday recordó que “en el ’90, ’91, cuando me fui a Buenos Aires, el padel estaba en su furor total en Argentina. Luego cayó muchísimo, pero ahora estaba como mejorando bastante. En España tienen otra manera de manejarse. Aquí juegan unos cuatro millones de personas. En Argentina ha caído un poco y la parte económica ha ayudado, pero sí que se sigue mucho el padel, sí que hay bastante comunicación con esto de que se ven bastante los partidos y hay muchísima gente en Argentina que mira los partidos. De hecho, el torneo que se hizo ahí en la Rural, se llenó. Las entradas eran como 65 Euros, una fortuna era. Acá no valen eso las entradas. Cuestan un poco menos”.
“En su momento en Argentina había 5 mil personas mirando. Pero el problema es que las cosas se hacen tan rápido que después cuesta más mantenerlas. Y aquí sí que la organización va un poco más lenta, pero un poco más segura. También es fácil porque son países más estables. Al final no tenés un corralito que te destroza todo, eso no existe acá”.
“Aquí las canchas son todas de cristal. Acá ahora hay gente que no ha jugado nunca en pared. Yo jugué más tiempo en pared que en vidrio. Pero ahora todo es cristal”.
“ESTÁ MUY BIEN COTIZADO EL ENTRENADOR ARGENTINO”
Le preguntamos por qué eligió España. “En principio por el padel –respondió Juan-. Acá estaba empezando a ser fuerte el padel y me gustaba. Era una manera de empezar a trabajar en un sitio… acá los argentinos están bien vistos con respecto al padel. En ciertas zonas no, porque los que pasaron, algunos hicieron las cosas mal, pero en general estábamos bien vistos, era bastante sencillo progresar si hacías las cosas bien. Está muy bien cotizado el entrenador argentino aquí”.
Y sobre su vida personal narró que está “casado con una chica de aquí, de Barcelona. Hemos decidido no tener hijos, pero yo estoy aquí fantástico. Con ella, con mis amigos, muy bien situado aquí. Ya no siento que me vaya a ir de aquí nunca. Es mi sensación por lo menos en este momento. Porque estoy muy bien”.
“Mi madre viene todos los años. Y mirando a futuro en principio ya arreglé para seguir el año que viene con Marta. Y estoy entrenando a una chica que es francesa y el padel en Francia se está moviendo bastante y está entrando al n° 1 de Francia. Justo en este torneo en Murcia le fue muy bien. Hizo cuartos de final que fue una cosa muy rara para una francesa. Entonces sigo con ella y ahora han entrado algunos chicos que pueden jugar, y juegan bastante bien. En ese sentido sigo a full con los jugadores y viendo algunos proyectos bastante bonitos. Creo que voy a hacer los cursos de formación de entrenadores de la Federación Francesa y también voy a ayudar a formar entrenadores aquí en Barcelona, en Cataluña”.
-Y cómo hacés con el lenguaje? Hablás francés?
-“Francés no hablo. Catalán sí, ya entiendo casi el cien por cien. Es muy fácil. En realidad al catalán tenés que ponerle un poquito de ganas, nada más. Además con la gente aquí tenés absolutamente cero problemas. Yo entiendo el catalán perfecto. Podría hablarlo, pero nunca he necesitado hablar en catalán. La gente de aquí es bilingüe, todos hablan castellano y todos hablan catalán. Si vos les empezás a hablar en castellano, te hablan en castellano. Y si se enteran que no entendés el catalán, enseguida pasan al castellano, y te piden disculpas. Si le ponés un poquito de ganas aprendés el catalán muy rápido porque es bastante sencillo. Es un idioma hermoso. A mí me encanta. Por Serrat lo habrás escuchado alguna vez”.
“Yo llegué a Barcelona con una chica que era mi mujer. Nos hemos divorciado pero ella era de Pico: Natalia Pérez Pasamani. Es pianista y ahora vive en estados Unidos. Nos vinimos a Marbella porque yo tenía contactos. Tenía un contacto para ir a Córdova y ella que es pianista clásica vino a Barcelona. Se subió a un subte y escuchó música clásica en el subte… Y después, para una artista, Barcelona es muy bonito, y al final, decidimos venir acá. Cuando yo conocí Barcelona, me enamoré absolutamente. Es lo que les pasa mucho a los jugadores de fútbol que vienen acá, que al final no se van, incluido Messi, por ejemplo”.
“Es una ciudad que cuesta un poquito entrar, como todas, pero una vez que la conocés, la verdad que estamos todos muy bien acá”.
“Hay bastantes argentinos. Uno de los profesores principales que tengo trabajando conmigo es argentino. Hay muchos… Ya no nos juntamos porque después de 15 años no hacés esta cosa que hacés al principio de juntarnos para recordar. Ahora ya está. Si nos juntamos es porque nos llevamos bien. No por una cuestión nacional. No porque no tengas nostalgia. Simplemente que ya estás adaptado. De hecho cambiás ya casi totalmente la forma de hablar. Yo ya ni sé cómo hablo”.
-Extrañás Juan?
-“Es un poco raro. En Navidades por ahí me agarra. Extraño cosas, pero no como para volver. Sí, al final, no dejás de ser un extranjero toda la vida. Y al final hay días en que pongo YouTube y empiezo a mirar programas de Argentina y empiezo a recordar un montón de cosas. Al final siempre estás un poco así. Siempre, en algún momento te agarra de extrañar. Pero te adaptás y ya está”.