Cada vez más lejos de los anuncios con los que el macrismo entusiasmó a miles de productores rurales, la realidad muestra que el proceso de concentración económica se acentúa y lleva al borde del abismo a los pequeños y medianos chacareros del país.
La sucesión de fenómenos adversos de orden climático (inundaciones, sequías, incendios rurales) agudiza el panorama en el que la falta de rentabilidad de varios rubros agropecuarios imposibilita el pago de las deudas, traba el acceso real a los créditos publicitados, y anuncia el desmoronamiento de muchas actividades relacionadas con el campo, desde el transporte y los contratistas, hasta las economías de comunidades de estrecha interdependencia con el trabajo de la tierra.
En diálogo con La Reforma, el vicepresidente segundo de Federación Agraria Argentina, Ariel Toselli, refrendó el diagnóstico pesimista que FAA dio a conocer tras el discurso presidencial en Expoagro. La decepción y la incertidumbre marcan, hoy, las coordenadas del relato federado.
“Tenemos miedo de que esto se profundice – reconoció Toselli apenas iniciada la entrevista-. Esperábamos una mejora para los pequeños productores y vemos por el contrario una mayor carga impositiva y cada vez más lejos la rentabilidad. Hay productores de todo tipo, actividad y por regiones que, en definitiva, siguen teniendo la problemática común a los de pequeña escala económica. Y se agrava aún más con las inundaciones, las sequías y los incendios, como pasa en La Pampa”, describió.
“Nosotros vamos de reunión en reunión en diferentes puntos del país, y en algunos lugares ya están pidiendo hacer movilizaciones para mostrarlos problemas a todo el país. Tenemos reunión de Consejo Directivo el martes (20) y evaluaremos cómo seguimos a partir de allí. Cuando en las reuniones de delegados que se hacen en las provincias empezamos a ver cada vez más gente, es porque la situación está empeorando”, alertó Toselli.
Grietas
Inevitablemente, la relación de Federación Agraria con el gobierno nacional se agrieta cada vez más. De las primeras señales electorales a la coyuntura actual “la realidad marca que la gente buscó un cambio, pero no hubo respuestas positivas. Por el contrario, cada vez hay más concentración. Hay muchos que están por dejar la actividad. Me preocupa mucho lo que veremos cuando pase esta cosecha, que ya está malograda”, advirtió el dirigente.
“El jueves nos vamos a juntar en la Mesa de Emergencia Nacional. El presidente (Mauricio Macri) hizo anuncios sobre el Banco Central y sobre la refinanciación de tasas por el tema de las emergencias (agropecuarios), pero decimos que eso debe estar listo ya. Y además llamamos la atención sobre el hecho de que muchos productores, miles de los que representamos en Federación Agraria, ni siquiera están en el sistema financiero. Entonces no pasa solo por refinanciar o dar créditos a tasas bajas, sino también por una serie de medidas para ayudar a los que están afuera del sistema”, distinguió.
En La Pampa, peor
“Tengo muchos llamados de productores de La Pampa. Están muy preocupados. Nuestra provincia viene castigada desde hace tres años, con dos inundaciones seguidas, y después, muy rápido, con el paso a la sequía, además del fuego que quemó los campos en dos años consecutivos. Esas pérdidas se sienten muy fuerte, algunos de los productores no se reincorporaron al circuito productivo. Los productores esperan las reacciones de los gobiernos, y no vemos reacciones rápidas”, lamentó Ariel Toselli.
La proyección de la crisis es más preocupante aún, anticipó el vicepresidente de FAA. “Además las cooperativas de los pueblos también están muy preocupadas, ellas son las que apoyan a los productores, pero la caída de estos últimos las arrastra. Esto ya supera todas las posibilidades porque un año lo pasás, dos años lo podés aguantar, pero tres años malos seguidos ya no. En su momento hubo créditos por emergencia, pero ahora llega el vencimiento y la gente no tiene producción para poder pagarlos. Sinceramente, la situación productiva de La Pampa es más compleja que en otras provincias porque venimos de fracaso en fracaso. Hay mucho desánimo y estamos jugando en una cancha muy pesada”.
(La Reforma)