Argentina sobrevivió a un duro encuentro ante Marruecos en Tánger, sobre todo por el viento y la floja producción. Fue un pálido 1 a 0 con un gol de Ángel Correa en el Stade Ibn Batouta, por la segunda jornada de la fecha FIFA.

El viento fue el principal protagonista de una pobre primera mitad muy mal jugada por ambos equipos. También la fricción, con 29 faltas en solo 45 minutos. La Selección Argentina no pudo imponer la calidad de sus individualidades ante un conjunto africano que no sufrió inconvenientes.

En el inicio, Roberto Pereyra insinuó tras una buena jugada realizada con Rodrigo De Paul. Luego, a los 31 minutos, Leandro Paredes remató un tiro libre que se desvió en Lautaro Martínez y casi se mete en el arco defendido por Yassine Bounou y no mucho más.

La segunda mitad fue una continuidad exacta del incipiente rendimiento argentino. Si bien las condiciones climáticas nunca fueron las mejores, la rebeldía personal de los jugadores no se hizo presente en Tánger.

Paulo Dybala deambuló por el ataque; Lautaro Martínez y, más tarde, Matías Suárez, se mostraron desconectados como centrodelanteros; De Paul y Pereyra no fueron punzantes por las bandas. Y Leandro Paredes junto a Guido Rodríguez parecieron superponerse dentro del campo de juego.

No obstante, a los 83 minutos, Ángel Correa -que había ingresado a los 62 minutos en lugar de Rodrigo De Paul- se encontró mano a mano en la puerta del área y remató fuerte contra el palo para convertir el único tanto del partido.

El equipo de Scaloni pudo obtener un complicado triunfo como visitante. Con muchas dudas en el juego, pero con la certeza de haberse podido reponer tanto al clima como a un rival que propuso un fuerte roce.