En una entrevista improvisada, con un admirador que lo reconoció en la calle, el folclorista José Larralde detalló cómo es su presente y las dificultades que tiene.
“Este hombre es un prócer de la música nacional, y está rascando el fondo de la olla. No podemos permitirlo”, escribió un usuario de Twitter, y difundió el fragmento de una entrevista que le hizo Hebert Coello a José Larralde, en la que el músico cuenta la compleja situación que atraviesa.
En la nota, Larralde cuenta: “Estoy como está todo el mundo, sin laburo, rascando el fondo de la olla”.
“Está duro y mis hijos también están así, para colmo, trabajan por cuenta propia”, relata el artista de 84 años. “Qué te voy a contar si a todos los que están viendo les debe estar pasando lo mismo”, señala con la humildad que lo caracteriza.
Respecto al tema suyo usado en el último capítulo de la exitosa serie Breaking bad, aseguró que no recibió un peso. El tema fue el soundtrack del cierre de la última temporada, se trata de “Quimey Neuquén” interpretado por él en la versión de Chancha Vía Circuito.
Este hombre es un prócer de música nacional, y está rascando el fondo de la olla. No podemos permitirlo, así que démosle RT hasta que empiecen a contratarlo y sigamos disfrutando de su arte. Vamos a darle una mano al Pampa Larralde en agradecimiento por tanto. pic.twitter.com/Wbfcp6fQ5Y
— No me importa (@MatiasL80) August 9, 2022
El “Pampa” José Larralde
José Teodoro Larralde, apodado “el Pampa”, nació en 1937 en Huanguelén, provincia de Buenos Aires. Escribió canciones como “Cimarrón y tabaco”, “De hablarle a la soledad” y algunas fueron interpretadas por Jorge Cafrune.
A pesar de su perfil esquivo a la fama, su música fue reconocida internacionalmente en países como Alemania, Australia, México, Brasil, Colombia, Chile y España.
Larralde solidario
En septiembre del año pasado, el músico fue noticia por el gesto que tuvo con unos artistas callejeros. El cantautor escuchó desde su casa de San José y San Juan a dos jóvenes que cantaban a los automovilistas que frenaban en el semáforo, y decidió hacerles un obsequio.
El músico los llamó y les bajó con una cuerda dos ponchos para que se cubrieran del frío. Luego les pidió que los cuidaran y no los vendieran. "Uno es de mi abuelo y otro lo tengo hace 40 años", les dijo con cariño. (Fuente: Perfil)