Esta semana, la Iglesia Católica sufrió un escándalo en La Pampa. El obispo Raúl Martín expulsó al sacerdote Luis Murri, quien estaba en la provincia desde hace casi 25 años. El cura párroco, de estilo conservador, estuvo al frente de las parroquias de Quemú Quemú, Ingeniero Luiggi, Embajador Martini y Alta Italia. También tuvo presencia en General Pico, Santa Rosa y otras localidades pampeanas (click aquí).
Luego de ser echado, Murri habó con AM 900 Radio Municipal de 25 de Mayo. Dijo que fue expulsado de la Diócesis de la provincia de La Pampa y fue designado a la Diócesis de San Rafael, Mendoza, a la que pertenece por orden episcopal. Según informó la emisora radial, una delegación de más de 50 feligreses de tres localidades norteñas viajó en ómnibus para despedirlo.
“El tema es complejo y es largo. Hay una visión de la iglesia de algunos pastores, obispos, cardenales, muy modernosos, que no aceptan el espíritu que uno tiene, el de la iglesia de siempre. Hay cosas que no les gusta y hay un hostigamiento para los que pensamos de esta manera”, manifestó el cura.
El fondo de la cuestión es la grieta que cruza a la Iglesia Católica enfrentando a curas ortodoxos y modernistas. De todas maneras, Murri aseguró que “cosechó muchos amigos en diferentes localidades del norte provincial, como General Pico, Santa Rosa y muchos pueblos, por lo cual tengo razones para volver y comer un asado”.
“Soy sacerdote y lo voy a seguir siendo por toda la eternidad. Ya no puedo estar al frente de ninguna Parroquia de La Pampa y fuie enviado a Mendoza”, aclaró.
Comulgar de rodillas
Murri dijo que el obispo Martín tiene “cosmovisiones no solo distintas, sino diametralmente opuestas: lo que está bien para el obispo, para mi está mal; y lo que está mal para él, para mi está bien”.
“Comulgar de rodillas, recibir a Jesús de rodillas, es algo bellísimo... hermoso. Es un gesto piadoso, santo, que tiene mucha tradición. Y que de pronto venga el obispo y nos hostigue por pensar eso y hostigue a los laicos, incluso en casos que se les niegue comulgar, evidentemente está haciendo algo que está mal”, manifestó el cura.
Para finalizar, el sacerdote expulsado no negó su enojo con Raúl Martín. “Si el obispo quisiera hablar conmigo haría lo que hizo Cristo con Herodes, que cuándo éste quiso dialogar lo despreció porque consideró que no era digno de hablar con él. Solo le mostraría la otra mejilla si se arrepintiera de lo que hizo, pero eso no va a ocurrir”, relató.
“Hay una santa bronca y también tristeza. Cristo no le respondió a Herodes y lo ingnoró con su silencio. La iglesia sigue, los papas y los obispos pasan”, finalizó.