El Dogo Argentino es una de las pocas razas de perros desarrolladas en el país y reconocidas internacionalmente por la Federación Cinológica Internacional y tiene sus orígenes en la provincia de Córdoba en 1920.
En ese entonces, el doctor Antonio Nores Martínez, cirujano cordobés y amante de la caza, buscaba crear un perro de caza de gran porte y "poderoso". A raíz de ello, a través de múltiples cruces entre diferentes razas, incluyendo Bulldogs, Bull Terriers, Mastines de los Pirineos, Pointer; Boxer, Gran Danés, Dogo de Burdeos y Irish Wolfhound, para conseguir altura, logró dar con el Dogo Argentino.
Con una estructura muscular impresionante y una fuerza excepcional, la raza requiere una educación adecuada, cuidada y una socialización temprana. Su carácter vigilante y su escaso ladrido lo convierten en un excelente perro de guardia. Sin embargo, no es recomendable para vivir en espacios pequeños como en departamentos ni en hogares con bebés o niños pequeños, según publicó Cadena 3.
Los machos y hembras de esta raza presentan una altura de 60 a 65 centímetros y un peso de 40 a 45 kilos. Su pelaje, corto y blanco, es característico y su esperanza de vida promedio es de 12 años. Su estructura robusta se confirma por una cabeza maciza, cuello ancho, extremidades rectas y una cola gruesa. Sus ojos castaños de tamaño mediano y sus orejas erguidas completan su apariencia imponente.
La socialización desde cachorro es muy importante debido a su temperamento dominante y territorial, especialmente entre los machos. La raza puede volverse agresiva si no se la educa correctamente y no se le permite interactuar con otros animales. Es central destacar que el uso de castigos físicos no está recomendado nunca (en ningún animal), ya que puede generar comportamientos violentos difíciles de controlar.
La raza requiere espacio y ejercicio diario para canalizar su gran energía, por lo que no es apto para vivir en departamentos o áreas urbanas sin un control adecuado. Su alimentación consiste en alrededor de 650 gramos de alimento balanceado para perros adultos al día.
Además, necesita cepillado regular y estar protegido del sol debido a su delicada piel. La raza también es propensa a tener problemas de dermatitis, displasia de cadera y sordera.
Con los cuidados adecuados y una educación responsable, el Dogo Argentino puede ser un compañero leal y protector. Sin embargo, su tamaño y temperamento exigen mucha responsabilidad por parte de los propietarios.
En esa línea, esta particular raza siempre debe encontrarse en un entorno seguro y tener una convivencia amorosa y armoniosa.
Documental de la UNC sobre el Dogo Argentino