Abordar el tema de las nuevas vejeces, nos invita a interpelar, lo que históricamente nos han inculcado, por ejemplo: las denominaciones que se le asignaron a las personas pasadas los 60 años, estos estereotipos que fueron naturalizados, se realizaron respecto a la significación que cada sociedad otorga a las personas y son construcciones. Con el paso del tiempo, el avance de la tecnología se han instalado un imaginario que estuvo y está bastante alejado de la realidad y el deseo de los individuos.
Por ejemplo: la designación de “pasiva/o”, como suele denominarse a un quién nos hemos jubilado/a, nos remite que ya no estas “activo” para realizar ciertas trabajos o actividades, cuando en realidad, la palabra proviene de “Jubilo”( gozo y alegría), y es cuando podemos disfrutar de aquello que no pudimos hacer por tener obligaciones laborales y/o familiares.
Estas limitaciones que impone una cultura que realza la actividad vertiginosa y exigente, la juventud eterna, la belleza, la corporalidad perfecta, desvalorizando la sabiduría y la enseñanza que nos da la experiencia de vivir, no es más que una limitación, una creencia impuesta y naturalizada que producen insatisfacción en cuanto a la identidad y empiezan a aparecer junto a esto inseguridad y malestares más de índole psicológico que físico. Por ejemplo, el miedo al deterioro, y la soledad y/o a no cumplir con estas premisas, también a la ingratitud y el abandono de los vínculos más cercanos.
Respecto a las mujeres y disidencias, existe una propuesta que está atrayendo a esta población en esta etapa de la vida.
En el verano de 2020 comenzó a circular un video que se virilizo y muchas nos sentimos identificadas. Una diputada nacional preguntó: “¿Alguien está pensando en la felicidad después de los 60 años?”. Y con ese disparador instaba a armar la “Revolución de las viejas”. Se convirtió así en la representante de un Movimiento Federal que intenta visibilizar las necesidades de esta población y promete nuevas conquistas de derechos. A partir de ese momento se realizaron encuentros, el primero por zoom, el segundo en Chapadmalal, y el tercero (este año) en Córdoba, Embalse.
Se trabajó en talleres, abordando temáticas pertinentes al movimiento y asistieron mujeres de todo el país. Allí nos representaron compañeras de General Pico que socializaron novedades de actividades implementadas.
Si bien Se han logrado algunos derechos: La ley de Edadismo, l de Antidiscriminación Argentina, Ley N.º 23.592., que hace alusión a todos los derechos de las personas mayores de edad, y hace unos dias el Ministerio de Salud de la Nación reglamentó a través del decreto 311/2023 la Ley Nacional Nº 27.678 de Cuidados Paliativos que busca asegurar el acceso de las y los pacientes que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades que amenazan o limitan la vida a las prestaciones integrales en sus distintas modalidades, tanto en el ámbito público, privado.
En General Pico conformamos un colectivo donde se debate y milita sobre una vejez digna, calidad de vida, cuidados, necesidades, viviendas asistidas, sexualidad y Menopausia, y varios temas relacionados con las necesidades que se nos presenta. Cada una aporta desde el lugar que le compete y puede comprometerse.
Se asiste a una Mesa Federar por zoom, y se debaten variadas cuestiones, actividades y acciones que implementan cada grupa, o colectivo, de diferentes regiones, para seguir luchando por más y mejores derechos.
Se ha trabajado junto a la cátedra de enfermería, en la Facultad, en la cátedra de Ética y de odontología profesional el centro de salud, “S. ABUDARA”, y los hace una semana con la comisión de biótica del Hospital Gobernador Centeno.
Hay un espacio cedido en Radio Libre, los días miércoles a las 10,30, donde podemos escuchar todas las novedades de las “Revoviejas”: facebook.com/revo.viejas y también en instagram.com/revo.viejasgpico
Se ha logrado unir los reclamos colectivos en la lucha de la adquisición de nuevos reconocimientos, solicitamos más compromiso del Estado en acompañar las propuestas y reglamentar las leyes aprobadas.
Aunque existe una ley de muerte digna, bregamos por una fin de Vida con Dignidad, sin sufrimientos tortuosos, solitario mudicalizado y muchas veces deshumanizado Y para culminar las nuevas viejas/es tenemos un manifiesto contundente:
«No nos busquen pasivas, no nos van a encontrar. No nos busquen infelices, no vamos a estar. No nos busquen calladas. No nos callamos más».
¡¡Hasta pronto!!
Maria Virginia Figal, Profesora, y Operadora en Psicología Social