Un trabajador murió en los corrales de la plaza de toros de la ciudad de Murcia, en España, cuando se dirigía a desollar a uno de los bovinos.
El animal, de 472 kilos, había sido impactado por una garrocha antes de llegar a su corral, por lo que los presentes pensaron que estaba muerto. Sin embargo, cuando Santiago López Carcelén se acercó al enorme animal para desollarlo y rematar su carne una vez que las corridas finalizaran, el animal se levantó y lo corneó.
Según explicaron los medios locales, el animal había sido golpeado en un principio con una garrocha (una vara larga, con una punta de acero, con la que se atraviesa la médula del animal dejándolo inmovilizado). Posteriormente, iba a ser sacrificado por el puntillero, el trabajo que realizaba López Carcelén, dándole con la puntilla a la altura de la sien.
Si bien este método fue prohibido por la Organización Mundial de la Salud Animal en 2006 por ser considerado cruel e inhumano, se sigue utilizando en el mundo de la tauromaquia.
Según recopiló la agencia de noticias EFE, el toro, bautizado como “Limpiador”, no murió tras el golpe de la garrocha, logró levantarse y corneó repetidas veces al hombre en el abdomen y otras partes del cuerpo.
Debido a la gravedad de las heridas, López Carcelén fue trasladado de urgencia con profesionales médicos, pero un paro cardiorrespiratorio causó finalmente la muerte del trabajador.
(Minuto Uno)