Las indagatorias son presididas, por videoconferencia, por el juez sustituto Pablo Esteban Larriera -quien además es vocal de la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca-, según el informe de DiarioTextual.
Hoy fueron citados cuatro. Dos de ellos son Alfredo Faruelo y su esposa, Hilda Gaiara. “Ellos se negaron a declarar, al menos por el momento”, dijeron fuentes del caso. Ambos están relacionados con la apropiación de Andrea Langhoff, la mujer que destapó una red de entrega ilegal de bebés en los ’60 y los ’70 en Pico.
También fueron citados Irene Gonella, Elisa Campagno, María G. Almada, Olga Busquet de Isaias, Ángela Contreras de Brown, Alicia Rubio, María Teresa Blanco, Marta Irrazabal, Roberto Seltzer, Osvaldo Pascual, Norma Arteche y Ángela Esther Rodríguez.
Contreras, Blanco y Seltzer podrán declarar en un juzgado de Buenos Aires -porque no residen actualmente en la provincia-.
“Como imputados o imputadas hay parteras, enfermeras y administrativas. Incluso una madre que habría facilitado la entrega de su bebé”, dijeron fuentes del caso. ¿Por qué no hay médicos? La mayoría habría fallecido.
Están acusados de los delitos de “supresión del estado civil, sustracción de menores de 10 años, falsificación de documento destinado a acreditar identidad y falsedad ideológica”.
El caso de la búsqueda de identidad estalló en General Pico en diciembre de 2003, con la llegada de la joven Andrea Langhoff, a quien sus padres adoptivos le revelaron que no eran sus verdaderos progenitores, pero nunca quisieron o pudieron decirle quién era su madre biológica.
La joven, radicada en Glew con su familia adoptiva, recorrió las calles piquenses y se entrevistó con decenas de vecinos, con sus padrinos y con el pediatra que firmó su nacimiento, el doctor Carlos Broggi. Pero todo fue en vano y Andrea resolvió hacer pública su historia.
Viajó en innumerables oportunidades y se entrevistó con una cantidad incontable de personas de los ámbitos más disimiles: médicos, enfermeras, exempleados del Registro Civil, parientes, mujeres que habían dado sus hijos en adopción, vecinas que decían saber algo. Su búsqueda personal creció y terminó relacionándose con otros numerosos casos ocurridos desde los años ´60 y hasta los ´80, que hizo sospechar de modo contundente, que existió una banda dedicada a comerciar con bebés recién nacidos.
Con la masificación de Internet y la llegada de las redes sociales, numerosas personas de entre 40 y 50 años lanzaron su pedido de información en procura de conseguir lo mismo que hace tanto busca Andrea Langhoff: saber quién fue su madre biológica.
Se encontraron hace poco más de un año, en 2017, y luego de haber reunido datos nuevos y detalles muy precisos, ese grupo de personas acudió a la Justicia para conseguir que la gente, que sabe cómo ocurrieron las entregas, hablara. La denuncia fue radicada en la Justicia penal provincial. Desde allí, dado el tenor de los delitos, la causa fue derivada a la Justicia Federal.
(Fuente: DiarioTextual)