El organismo conducido por Carlos Castagneto estimó que la omisión en el impuesto a los Bienes Personales asciende a 700 millones de pesos, cifra que podría hasta triplicarse al aplicar las multas y los intereses corridos correspondientes por la maniobra de evasión.
Por medio de las herramientas disponibles, la AFIP a través de la Dirección General Impositiva (DGI) focaliza sus tareas de fiscalización y control sobre el sector financiero y cambiario. En esta ocasión, las áreas especializadas concentraron el análisis y monitoreo sobre el tratamiento fiscal de monedas digitales, cuotapartes de fondos comunes de inversión, obligaciones negociables, títulos valores y fideicomisos, entre otros instrumentos que deben ser incluidos en las Declaraciones Juradas del impuesto a los Bienes Personales.
En ese marco, se llevaron adelante acciones sobre un universo de 1.295 contribuyentes con elevados patrimonios. La AFIP constató que en su conjunto, estas personas humanas declararon de forma incorrecta activos financieros cuyo valor total asciende a 55 mil millones de pesos.
Como resultado de la investigación realizada por el organismo, se calcularon 700 millones de pesos en impuestos omitidos. Sin embargo, al tener en cuenta las multas e intereses que aplicará la AFIP previstos en la normativa vigente, ese monto que será reclamado por el organismo puede agrandarse a más de 2.000 millones de pesos.