SÁBADO 20 de Abril
SÁBADO 20 de Abril // GENERAL PICO, LA PAMPA
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  DOMINGO 17/12/2017
Zircaos Vuelta al Mundo. Capítulo 20: A Machu Pichu en auto
Camino al Machu Pichu cruzamos el Valle Sagrado de los Incas, en los Andes peruanos, con sus ríos que descienden por quebradas y valles, una gran cantidad de monumentos arqueológicos y pueblos indígenas se encuentran en este trayecto.

Saliendo de Cuzco se puede hacer un recorrido conociendo cada uno de los lugares, como Chinchero, Písac, Urubamba, Ollantaytambo, Moray y Maras, con sus salinas. Hacer ese camino tiene el placer de ver paisajes increíbles y así conocer la región más tradicional de los Andes sudamericanos.

Andando entre los verdes más hermosos, habiendo hecho 97 km desde Cuzco nos encontramos con Ollantaytambo, donde paramos para pasar la noche. En este lugar se encuentra una obra impresionante de la arquitectura incaica. Construida sobre dos montañas en un lugar estratégico dominando todo el valle. Fue un complejo militar, religioso, administrativo y agrícola del imperio Inca.

El pueblo es pequeño y muy pintoresco, unas pocas calles donde circulan coches lo atraviesan y pasadizos empedrados con canales de agua fresca y limpia circula sin parar a sus orillas. Ollantaytambo es la única ciudad inca que se conserva casi intacta y sus casas sirven aún como viviendas donde moran sus descendientes.

El espacio en general del pueblo es pequeño para tanta gente que llega a visitarlo pero está muy bien organizado el tránsito para que pueda fluir sin inconvenientes.

Apenas paramos motores, por la tarde, fuimos a dar una vuelta por el pueblo, compramos lo necesario en el mercado, unas paltas (algo que no pueden faltar), duraznos que vendía un señor en una carretilla, leche y queso casero, hecho en forma de tortitas, envuelto en pasto, blando y con un poco de sal. Caminamos por sus callecitas y escuchamos el sonido del agua que corría por la acequia, sin pausa.

Hay un solo estacionamiento muy grande un poco más adelante y allí fue donde pasamos la noche, muy tranquilos, rodeados de toda esa maravilla. Había luna llena, las montañas brillaban mientras observaba y pensaba que este mismo paisaje increíble veían los pueblos asentados acá, cientos y cientos de años atrás, solitarios, en el silencio de la montaña, del infinito.

Al día siguiente salimos temprano, teníamos un viaje bastante largo hasta acercarnos cada vez más a Santa Teresa, el lugar donde dejaríamos la casita para seguir viaje caminando hasta el Machu Pichu.

Saliendo de Ollantaytambo empezamos a subir por un camino de curvas y contra curvas, bien arriba, hasta llegar a casi 5000 metros donde la temperatura bajó y el paisaje se llenó de neblina. Una vez arriba empezamos a bajar bruscamente, rodeados de algunas lagunas, el clima empezó a calentar nuevamente y un paisaje bien verde y tropical nos sorprendió, con bananeros, mangos, ananás, paltas y una fruta de la cual nos enamoramos con Quintín y no paramos de comer hasta empacharnos, la granadilla.

El camino siguió contorneando la montaña, fuimos pasando por varios pueblitos a orillas de la ruta, con paisajes hermosos. Casi de tardecita llegamos a Santa María, desde allí nos desviaríamos para tomar el camino de cornisa hasta Santa Teresa. Acampamos en el estacionamiento de una iglesia. La noche se llenó de mosquitos, diferentes, gorditos y de color negro, fueron una pesadilla. Mientras el calor de la noche se volvía más húmedo fui hasta una despensa a comprar una cervecita bien fría, la señora me vendió también el envase con la condición que al otro día se lo devolvía, cuando le pregunté a partir de qué hora abría me dijo: “Horario normal amiga, a las 5” (de la mañana), y me dejo pensando jeje!! Desde que entramos a Bolivia y todo el recorrido hasta acá la gente comienza el día muy temprano, se trabaja de sol a sol, como se diría, pero nunca me lo imaginé de “la despensa de la esquina”.

A la mañana salimos para Santa Teresa, mucho sol, camino de cornisa, finito, de tierra, abajo, bien abajo el río, precipicio, montañas verdes. Al principio daba un poco de miedo, por partes resultaba ser muy angosto, donde la rueda pasaba muy cerca del abismo, no quería pensar, solo acelerar y calcular bien las medidas. Después me fui acostumbrando y empecé a disfrutar del camino. Cada tanto alguien pasaba y teníamos que frenar o retroceder para hacer espacio y poder avanzar los dos. Pero mejor dejamos para el próximo capítulo esta mañana llena de aventuras y la llegaba a Santa Teresa…

Esperamos que lo disfruten!

Gracias por acompañarnos!

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Comentarios
 
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 19/12/2017 | 00:50 Hs
Enviado por Moré, Raúl
es cierto que vuestros videos estan en Youtube y estoy agradecido por ello, pero este espacio es mas comunicativo. Pregunta ¿cual es el estado de tenencia de la tierra de esos agricultores tan habilidosos, son propietarios, tenedores precarios, comuneros, arrendatarios. hay latifundistas, etcc.? En mi opinión aprovecho para decir que la sujeciòn a la tierra tiene importancia crucial y nadie pregunta ello. Saludos y agradecimientos. aviso que tengo 72 años y ya no trabajo.
 
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Diseño y diagramación: A P