No hablo, ni debato jamás de política, sino de circunstancias, sentimientos, emociones, con las que nos encontramos en determinada situación que se vive como sociedad. Es tristeza ver como todo lo bueno se desvanece (sentimientos, educación, familia, buenos tratos, dignidad…).

Realmente es una utopía, y casi una burla, que hoy alguien tenga en cuenta como nos sentimos como sociedad. Todo es justo, todos tienen derechos, mientras nos inundamos.

El agua nos llega hasta el cuello, por todo lo que le hacemos a la madre tierra por nuestra conveniencia, por pelear por nuestros derechos… dejamos a niños o demás personas sin el suyo.

Todo se discute con agresividad. Vas en el día escuchando radio, insultos… Vas por las calles, y lo mismo. Voy con mis hijos hacia un mundo lleno de cosas materiales, que hay que lograr; no de sensaciones que hay que empezar a respetar.

Los niños sueñan; son simples; quieren ir a la escuela; jugar… Si nos enfermamos necesitamos ir a un DR. Antes, nuestros abuelos nos decían: el trabajo dignifica, eso te hará que lo necesario nunca te falte… Gran frase no? Eso hoy, no va. Con mucho dolor no puedo decir lo mismo a mis hijos, porque no es cierto.

Quien puede estudia. Quien puede se trata una enfermedad? Eso es ahora? No… no quiero creerlo, quiero seguir sintiendo que con trabajo y con esfuerzo, se llega a sentir bienestar, valoración, estudio, dignidad…

Nunca estuve de acuerdo con estas políticas ni ninguna... Que jamás tienen en cuenta a las personas como integridad. La verdad ojalá, por nuestros hijos, por todos, se abra el corazón de todos nosotros.

Más no a la hora de una catástrofe, solamente, sino todos los días un poco, para poder DECIRLE A MIS HIJOS que siempre el esfuerzo y la perseverancia traen buenos resultados. Pero el mejor resultado será el ser buena gente, solo eso.

Basta de tanta agresividad y frivolidad; en cada situación escuchemos nuestro corazón…

Carla Lorenzo