La marcha, encabezada por líderes de los partidos constitucionalistas, tiene lugar un día después de que el Gobierno español tomó el control de las instituciones catalanas en cumplimiento del artículo 155 de la Constitución que el Senado activó el viernes.
Tras la destitución de todo el Govern y el relevo al frente de los Mossos d'Esquadra de Josep Lluís Trapero, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría asumió la mayoría de competencias del presidente y el vicepresidente de la Generalitat.
El expresidente catalán Carles Puigdemont no se da por destituido y mantiene el pulso por la independencia, informó El País.
Miembros de la organización cifraron la asistencia a la manifestación de Barcelona en más de un millón de personas, más precisamente 1.100.000. Esto supondría mejorar la cifra de asistentes a la anterior convocatoria, que fue el pasado 8 de octubre.
Los españoles salieron a la calle y no está asegurado que Cataluña se separe. En meses se sabrá.