El sexo virtual, el sexo con robots y el ya conocido sexo con muñecas se reinventa con las nuevas tecnologías. A principio de marzo, Barcelona estrenó el primer burdel en el que las prostitutas eran muñecas sexuales de apariencia humana, pero ya cerró sus puertas.

El burdel llevaba el nombre de "Lumi Dolls", y contaba, de momento, con cuatro muñecas, una de rasgos europeos, una de apariencia africana, otra asiática y una que imita a los personajes de animación japonesa.

Según anuncia la web del nuevo establecimiento, que estaba situado en el centro de Barcelona, España (aunque su ubicación exacta se comunicaba sólo a quienes piden cita) el cliente podía escoger qué tipo de ropa quería que lleve la muñeca y en qué situación encontrarla. Además, las habitaciones tenían una pantalla de plasma para poder reproducir una serie de películas para "entrar en situación".

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Según su sitio de internet oficial, las Lumi Dolls son "muñecas totalmente realistas, tanto en el movimiento de sus articulaciones como en el tacto" que cuentan con una cavidad oral, vaginal y anal para permitirle una experiencia "placentera, excitante y erótica" al cliente.

Los precios promocionales de apertura iban de 80 euros por una hora, 100 euros por una hora y media, y 120 por dos horas, y también se permitía pasar la noche con la muñeca, e incluso con la presencia de la pareja.

En la página web se garantizaban "altos estándares" de higiene, ya que las muñecas "son antes y después de cada servicio, correctamente desinfectadas con jabones especiales antibacterias". A pesar de ello, la agencia recomendaba utilizar las muñecas sexuales con preservativo, que se encuentran en las habitaciones, junto a lubricantes de un único uso.

Tras el fracaso comercial, el emprendimiento sexual con muñecas no alcanzó a un mes y ya cerró sus puertas.

Con información de EFE