Los resultados preliminares de la misión de la NASA en la cual durante un año, entre 2015 y 2016, todos los parámetros vitales de Scott y su material genético fueron comparados con los de su gemelo Mark, que quedó en tierra, fueron presentados en Texas y reportados por la revista Nature.
Los análisis fueron llevados a cabo bajo la dirección del genetista Christopher Mason, de la Cornell University de Nueva York, y dados a conocer en la convención sobre el Programa de Investigación Humana de la NASA organizada en Galveston (Texas).
"Los datos son tan frescos que algunos de ellos acaban de salir de las máquinas para la secuenciación", dijo Mason. Ahora el desafío es comprender cuáles de los cambios observados fueron provocados por el año pasado en ausencia de gravedad y cuáles a variaciones naturales.
Los primeros datos indican que los cambios observados en la actividad de los genes de Scott son semejantes a los que se deben en la Tierra a condiciones de estrés, como modificaciones en la dieta o el sueño.
Pero las variaciones de Scott son más amplificadas y podrían deberse al estrés causado por el comer alimento liofilizado y el dormir en ausencia de gravedad.
Otros cambios se refieren a las estructuras que se encuentran en los extremos de los cromosomas, llamados telómeros, conocidos por estar asociados con la longevidad.
Contra toda expectativa en Scott, durante el vuelo espacial, estas estructuras se alargaron respecto de las de su gemelo.
Fuente: Infobae.com