Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, participaba junto a su esposa Melania de la tradicional misa que se realizó en la Catedral, en varias ciudades del país y el mundo se llevaba a cabo una marcha de mujeres.
La convocatoria fue para ratificar el rol de las mujeres en la sociedad estadounidense y rechazar la mentalidad machista y violenta expuesta por Trump, pero todos los sectores y grupos sociales agraviados por el empresario durante la campaña se unieron a la protesta.
Las quejas no solo se dieron en Estados Unidos, ya que se observaron en ciudades como Wellington, Auckland, Sidney y Melbourne, entre otras.
Por ejemplo, en Londres se movilizaron miles de personas desde Grosvenor Square hasta la céntrica Trafalgar Square para manifestarse en contra de la retórica agresiva de Trump contra las minorías y en contra de sus promesas de campaña.
Solo en la capital de Estados Unidos calculan que hubo alrededor de medio millón de manifestantes, que llegaron para pedirle más respeto a las mujeres, inmigrantes, musulmanes y discapacitados.
Según los organizadores, las participantes están "ofendidas y asustadas" por la llegada de Trump al poder y quieren mayor voz para las mujeres en la vida política.