En uniforme azul y asistido por un traductor, el mexicano de 59 años se limitó a responder “Sí, señor” al juez federal James Orenstein, quien le informó sus derechos y le leyó los 17 cargos en su contra.
El primero de ellos, que lo acusa de haber dirigido el Cártel de Sinaloa, puede implicar la cadena perpetua. La audiencia de apenas 10 minutos tuvo lugar en una sala de Brooklyn, en medio de un dispositivo de seguridad reforzado.
No se fijó aún una fecha para un proceso que se anuncia “complejo”, puesto que las actividades del Cártel de Sinaloa son muy extensas, según el juez. Pero sí se estableció una primera audiencia para el 3 de febrero.
Durante años, el Cártel de Sinaloa envió y distribuyó varios miles de toneladas de heroína, cocaína, marihuana y metanfetamina a Estados Unidos. A cambio de la extradición de Guzmán, las autoridades estadounidenses se comprometieron a no pedir la pena de muerte en su caso.
Estados Unidos también acordó “intentar recuperar (...) al menos una parte” de los cerca de 14 mil millones de dólares de ingresos que obtuvo “El Chapo”, precisó el fiscal federal de Brooklyn, Robert Capers.