La Municipalidad de Santa Rosa decidió quemar ropa, calzados y otros elementos que habían sido donados por distintas personas e instituciones de la provincia, e inclusos de otros puntos de país, para los afectados por las inundaciones. La medida generó polémica, pero la comuna lo justificó: dijo que "su estado de deterioro impedía su utilización para asistir" a esas familias.
"En el marco de la colecta de ropa y calzado coordinada desde la comuna, se recepcionó en distintos centros establecidos a tal fin, algunas prendas de vestir, ropa de cama y calzado roto o en avanzado estado de deterioro (entre ellas 450 zapatillas, botas, zapatos, etc, sin su par correspondiente), las cuales tras la tarea de selección y clasificación que efectuaron voluntarios de distintas ONGs y personal de la comuna en las instalaciones del Prado Español, fueron dejadas aparte del material oportunamente distribuido por no estar en condiciones dignas de cumplir con su cometido solidario", informó el Municipio en un comunicado de prensa.
"En ese sentido, tomando en consideración que el volumen de material inutilizable, estaba significando además de una ocupación infructuosa del espacio físico, un eventual foco para la proliferación de diversos insectos o alimañas, se determinó oportuno proceder a su quema", remarcó.
"También se informó que más allá de la buena voluntad muchos vecinos, en algunos casos se recibió la donación de determinados productos alimenticios, bebidas y elementos de higiene personal, que habían agotado su fecha de caducidad o productos frescos no debidamente conservados, los cuales también deberán ser desnaturalizados mediante su quema", concluyó.