En el evento hubo representantes de la Secretaría de Desarrollo Humano y Social a través de la Dirección de Familia en conjunto con la Secretaría de la Mujer de la provincia.

Oriunda de Santa Fe, Elena Moncada estuvo en General Pico dando lugar a la presentación del libro que conjuga su vida personal, al mismo tiempo en el Microcine del lugar se presentó la obra teatral “Elena”, el unipersonal de Mariel Rosciano.

Moncada relata en su obra las dificultades que debió atravesar para lograr superar  una vida ligada al sometimiento, el maltrato, la prostitución y las drogas. Hoy recorre diferentes puntos del país buscando concientizar y reflexionar sobre la violencia, ayudando a quienes la necesiten.

Junto a la escritora estuvieron presentes la directora de Familia, Nélida Roldán; la titular de la Secretaría de la Mujer, Liliana Robledo; la coordinadora de Programas Sociales, Alejandra Castro; y la coordinadora de Niñez y Adolescencia, Analía Kuceski.

Por su parte, Nélida Roldán mencionó que “este es un caso donde se utiliza al arte y el teatro como herramienta para transmitir y desarmar un discurso que está tan instalado en la sociedad, para poder seguir militando en los derechos de la mujer”.

Liliana Robledo estableció que “Elena nos trajo la propuesta de presentar aquí en la ciudad su libro, para que no sea un tema tabú y testifiquemos que a la prostitución se la quiere implementar como trabajo. Nos pareció que Elena en primera persona muy valientemente cuenta su historia, y nosotros la acompañamos desde el Estado”.

Elena Moncada

La protagonista de su propia historia habló desde los inicios de su difícil vida, donde a partir de los 18 años estuvo inmersa en la prostitución y las drogas. “Hoy estoy en la vereda de enfrente, pensándome y tratando de que otras mujeres se piensen”, dijo.

“Hay niñas de 12 años prostituidas en la calle. Hay que naturalizar el diálogo, esto se tiene que hablar y debatir”, destacó.

Elena señaló que escribir y contar su verdad “no me causo problemas, sí algunas amenazas al principio y cuando inició la obra. Fueron 3 años largos, la idea fue sacar el dolor y ponerlo un poco en otro lugar. Hoy entendí que es una buena herramienta para que todo esto se piense”, remarcó.

Explicó que “todo el tiempo sano algunas heridas y otras se abren, las preguntas son diferentes siempre. Ayer me preguntaron ‘cómo era la cuestión de cuidar a los clientes de las infecciones de transmisión sexual’, nunca pensaron en nosotras. De todos modos hoy preguntan con menos tabúes, muchos chicos consultan con preocupación, sin morbo”.

Por último, expresó “yo vivo de mi libro y que hoy lo pueda vender hace que no vuelva a la esquina, hace que otras compañeras se puedan pensar. Y nos estamos multiplicando, eso está bueno”.