Diego Loscalzo, el sospechoso de haber asesinado a su exesposa y a otras cuatro personas en la localidad bonaerense de Hurlingham el domingo por la noche, fue detenido este lunes por la tarde en la autopista Córdoba-Rosario, a la altura de la localidad de Río Segundo.
La Policía Caminera de Córdoba venía esperando al colectivo que había partido desde Retiro, en la ciudad de Buenos Aires, hacia Córdoba, ya que tenía el dato de la presencia de "El Chino" en la unidad. Por eso, esperó el paso del vehículo y lo detuvo, para luego realizar el control y dar con el sospechoso, que se había escondido en el baño.
"Hicimos un control a la altura del puente de Río Segundo. Ya estábamos avisados que estaba viniendo para Córdoba. Se controló a un colectivo de la empresa General Urquiza, el interno 3907, y dimos con el asesino", dijo el comisario Adrián Delgado, jefe de la Policía Caminera. El operativo se produjo alrededor de las 14.
Fuentes policiales confirmaron a La Voz que el detenido será trasladado desde la comisaría de Río Segundo hacia la provincia de Buenos Aires esta misma noche.
Una mujer que viajaba en el colectivo contó que cuando la Policía paró la unidad y la sometió a control, sobre la autopista, ese pasajero se introdujo en el baño de la unidad. "Yo le avisé a la Policía que había alguien en el baño que me parecía muy nervioso", indicó.
El jefe policial Delgado dijo que el sospechoso "no se resistió", agregó Delgado. "Estaba solo. Desconocemos si algún otro pasajero lo acompañaba".
El domingo por la noche, Loscalzo habría asesinado a cinco personas y además, dejó heridas a varias más, y hasta le hizo perder el bebé a una de las víctimas que estaba embarazada.
Venía durmiendo en el asiento 13
El chofer del colectivo señaló a La Voz que ese pasajero subió en Buenos Aires y que ocupó el asiento 13. Dijo que le llamó la atención que no llevara ningún bolso, ni siquiera pequeño, para un viaje hasta Córdoba. "Venía con lo puesto", marcó. También apuntó que aunque no lo reconoció, observó que actuaba con nerviosismo tanto al subir al bus en Buenos Aires como en cada parada.
Andrea fue la pasajera que se sentó a su lado en parte del viaje, desde Leones hasta su detención. "Siempre vino como durmiendo y se tapaba con una campera de cuero, se la tiraba encima, y se bajaba al baño en cada parada. Cuando el colectivo paró por el control policial, me pidió que lo deje pasar al baño y salió muy apurado. Yo viajé desde Leones hasta acá. Cuando me subí, él estaba ahí. No habló por teléfono con nadie. Tampoco me lo imaginé como sospechoso ni nada", contó a La Voz.
Fuente: La Voz del Interior