Una chica de 12 años murió luego de comer una mandarina que arrancó de los árboles en una plantación de la localidad correntina de Mburucuyá.
Según fuentes policiales, la nena y su hermano -también menor- ingresaron en un establecimiento que produce esas frutas, arrancaron algunas y las consumieron en el trayecto de regreso a su hogar.
Al rato comenzaron a sentir mareos y la chica se descompensó, mientras que su hermano logró seguir camino y pedir ayuda a sus familiares.
La menor fue levantada y trasladada en un vehículo particular hacia el hospital de la ciudad de Saladas, a unos 45 kilómetros, pero falleció en el trayecto a raíz de un paro cardiorespiratorio.
El caso generó conmoción en la localidad de 8.000 habitantes, donde se espera que la Justicia ordene el allanamiento de la finca en cuestión ya que se sospecha que hubo envenenamiento por alta concentración de pesticidas en las frutas.
Fuente: Telefé Noticias