El Parlamento Europeo en Bruselas, salvo algún altercado aislado de eurodiputados de extrema derecha, suele ser un foro tranquilo e incluso hasta aburrido. Pero ayer sólo faltó el papel picado para recibir a Cristina Fernández de Kirchner que aprovechó el escenario para criticar al presidente Mauricio Macri y a los medios de comunicación. La ex presidenta entró entre aplausos de sus seguidores –otra anomalía- en una sala que se había llenado minutos antes con la presencia de más de 100 argentinos residentes en Bélgica o que habían llegado hasta Bruselas desde países como Holanda o Francia. 

El apoyo militante se sintió. Aplaudieron y cantaron por Cristina. Algunos tenían carteles con eslóganes como “Cristina = crecimiento” o “Argentinos por la Victoria” y cantaban “¡Vamos a volver!”. Una señora le entregó un ramo de flores. Al acto asistieron los embajadores ante la Unión Europea de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Dentro de la sala también hubo lugar para un escrache contra Cristina. 

Los eurodiputados que la invitaron, pertenecientes a grupos políticos que critican las decisiones económicas de la Eurozona, oyeron música celestial cuando Cristina empezó su disertación que duró dos horas. Dijo que “Grecia, Portugal, Italia, España, menos aún Francia” están presionados como lo estuvo la Argentina antes de reestructurar la deuda y sufren “las mismas tensiones” porque “el nivel de endeudamiento de muchos países es realmente insostenible y, lo que es peor, es impagable”. 

Cristina Kirchner también acusó a Macri de ser un presidente ilegítimo que llegó a la Casa Rosada prometiendo en la campaña electoral que no aplicaría políticas que ahora sí estaría aplicando: “un gobierno neoliberal que llegó por estafa electoral con una máquina mediática que sólo habla de nosotros, un gobierno que no ha tenido el respeto por la democracia que tuvimos nosotros, que no respeta a las instituciones”. 

La ex presidenta dijo que el gobierno de Macri “se va despojando de los ropajes preelectorales que prometían que la gente no perdería nuevos derechos ni seguiría siendo pobre. Se trata de la más formidable estafa electoral de la que se tiene memoria”. Y de esa “estafa” son en parte responsables, sostuvo, “los medios hegemónicos” por su “cobertura mediática”. De hecho, Cristina aseguró que los medios manipulan a los ciudadanos y que son necesarias “nuevas arquitecturas” para “defender la democracia”. 

Según la ex presidenta, “en los años 60 y 70, a nosotros nos decían algo y sabíamos distinguir lo que había detrás de lo que nos decían y lo que estaba pasando porque estábamos instruidos intelectualmente, estábamos formados, éramos una generación muy de lectura, de análisis y con capacidad para generar pensamiento abstracto”. 

Eso acabó, cree la ex mandataria: “estamos frente a una sociedad que no está capacitada para leer lo que pasa detrás de las noticias, que no tiene los instrumentos como para poder leer todo lo que le dicen y le cuentan. No por mediocridad o ignorancia, sino porque estamos ante un fenómeno comunicacional y de información muy diferente al que tuvimos nosotros a través de libros”. 

Para solucionarlo, cree la ex presidenta, “hay que desarmar los paraísos mediáticos y deconstruir los infiernos mediáticos para recuperar una formación de la ciudadanía”. 

Fuente: Clarín