El defensor brasileño Alan Ruschel vivió ayer una noche emocionante tras convertir ante Tubarao FC el gol del triunfo en un amistoso de pretemporada, el primero que el jugador convirtió luego de sobrevivir a la tragedia del Chapecoense, ocurrida el 29 de noviembre de 2016, en el que murieron 71 personas.

Ruschel comenzó la jugada de ataque, combinó con un compañero y fue a buscar la devolución dentro del área, donde definió cruzado, con un toque sutil ante la salida del arquero rival.

El jugador corrió hacia un costado del campo y allí giró sobre sí mismo con los brazos en alto, señalando al cielo, en lo que fue una sentida dedicatoria para las víctimas de aquel impresionante suceso. Luego, tras la reacción del público que lo reconoció entre aplausos, cayó al piso y mostró toda su emoción.