Luego de algunos minutos de gran tensión, lograron cruzar el vallado policial y se instalaron frente a uno de los ingresos sobre la avenida Rivadavia, lo que obligó a que los diputados ingresen al Parlamento –donde hoy se discute la expulsión de Julio De Vido– por una puerta alternativa.

Los manifestantes buscan que les garanticen la continuidad laboral a los empleados que fueron desplazados luego de que la compañía decidiera cerrar la planta para trasladarse a Mar del Plata.

Mientras crece la tensión en la calle, dentro del Congreso la diputada nacional Soledad Sosa, junto a otros dos legisladores del frente de izquierda, planteó una cuestión de privilegio para exigir el ingreso al recinto de los trabajadores despedidos.

A su turno, Juan Carlos Giordano y Nathalia González Seligra anunciaron que presentarán un proyecto para expropiar la fábrica.

La empresa les ofreció a los trabajadores una indemnización que duplica lo previsto en la Ley de Contrato de Trabajo. El 80% de los trabajadores aceptó la propuesta. El 20% restante tomó la planta y fueron desalojados por la Gendarmería el 13 de julio.

La columna de trabajadores de PepsiCo provocó más temprano demoras en la zona del Obelisco, donde se organizaron para marchar hacia el Congreso. Leandro Gómez, delegado de PepsiCo, explicó que presentarán un proyecto de ley por la reapertura de la planta y la reincorporación de los trabajadores.

Durante la jornada se reclamará también "por los cientos de miles de despidos y suspensiones que atraviesan el país" y durante la tarde realizarán una asamblea de mujeres que está organizada junto al colectivo Ni Una Menos, publicó Infobae.com.