Invitada por la Fundación Nueva Mirada en el marco del 14º Festival Internacional de Cine para la Infancia y la Juventud, Durango participó del análisis de las posibilidades que ofrecen el audiovisual y los medios de comunicación en general y sus diferentes funciones

"Se evaluó que las diferentes formas de transmisión de los bienes culturales deben pensarse para la resolución de los problemas de la sociedad, de la educación, el desarrollo y la transformación social", evaluó.

Desde esa perspectiva, se trabajó en la mesa de prevención de la violencia de género, medios y cine. Participaron además de la vicegobernadora pampeana, la investigadora y primera presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, Virginia Franganillo, la subsecretaria Nacional de Derechos para la niñez, adolescencia y familia del ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Marisa Graham.

El seminario contó además con prestigiosos expositores como Eduardo Josami, director del centro cultural Haroldo Conti; David Blaustein, director de cine, Rodolfo Hamawi, director del centro universitario de industrias culturales de la Universidad de La Matanza y Pedro Mouratian Director del Inadi, entre otros.

"He podido constatar cómo la adecuada utilización de los medios de comunicación, puede contribuir a la mayor toma de conciencia de la sociedad", dijo.

"La reproducción del documental 'Las Rutas de la Trata', realizado por la Fundación María de los Ángeles, que preside Susana Trimarco, tuvo muchísima repercusión al ser trabajados en experiencias socioeducativas formales e informales", describió. "Los films –amplió- tienen un valor incalculable para generar conciencia si son luego bien trabajados. Muchas escuelas y áreas mujer municipales se me acercaron solicitando este tipo de material, a partir de los encuentros que realizábamos. Capítulo aparte para la utilización y generalización del uso de las nuevas tecnologías de la comunicación (TIC), la existencia de un mayor número de espacios periodísticos para divulgar derechos, promover formas adecuadas de acceso a los mismos, la prevención y la socialización de formas de reclamo y recursos a los que concurrir, tienen un efecto exponencial en la visibilización de la problemática".

Luego se refirió a la situación en la provincia de La Pampa. "La actualización de la página web de la Cámara de Diputados de mi provincia, también es una herramienta a utilizar al momento de conocer nuestros derechos. Específicamente se ha realizado un digesto de género que reúne toda la legislación referida a la mujer de nuestra provincia, que permite y facilita trabajos de investigación y la consulta de la sociedad toda".

"Otro aspecto que me parece importante remarcar –destacó- es el papel que ha tenido el Estado en el abordaje de la violencia de género y en particular su relación con los medios de comunicación. Las sanción de la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres en los ámbitos que desarrollen sus relaciones interpersonales y de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual sostienen que la violencia mediática contra las mujeres y la discriminación por razones de género en los medios son prácticas culturales que pueden ser transformadas y erradicadas".

Más adelante, agregó: "Se ejerce violencia mediática cuando se representa o difunde en y por los medios de comunicación discursos que promueven la explotación de mujeres o sus imágenes; injurian, difaman, discriminan, deshonran, humillan o atentan contra la dignidad de las personas por la condición de género o construyen o legitiman patrones socioculturales reproductores de la desigualdad. La violencia mediática es un tipo de violencia simbólica, entendida como aquella que transmite dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de las mujeres en la sociedad. Descarto que todo/as acordamos que el protagonismo del Estado en esta construcción fue producto de la lucha inclaudicable de grupos de mujeres de todas partes, presionando para visibilizar las desigualdades y la inequidad en el trato de varones y mujeres".

"Mi última reflexión está dirigida específicamente al cine. Antes, hasta no hace mucho tiempo no se prestaba atención real al tema de la violencia, no se tomaba parte en el tema y esto era doblemente perjudicial no sólo por no hablar de algo que está, que existe; lo que es peor no se utilizaba una herramienta formidable de denuncia y reclamo como es el cine. Un caso claro es la película sobre la vida de Carlos Monzón y como en ese film se invisibiliza lo que fue un claro femicidio, no se lo representa contundentemente, no se hace totalmente visible, se soslaya. En cambio, el año pasado fue alentador ver la película que protagonizó la actriz Julieta Díaz, Refugiado una película de Diego Lerman que relata la terrible experiencia que debe atravesar una mujer golpeada que debe huir de su agresor para salvar su vida y la de su hijo. Esta diferencia en el relato se ve en otras películas del cine de nuestro país donde temas que tienen que ver con la violencia contra las mujeres ya no es relativizado ni naturalizado", dijo.