Un ocasional testigo observó al joven S. salir de modo sospechoso del interior de una vivienda de la calle 14 entre 9 y 11, donde vive Luciano Pildain, jugador de fútbol de Costa Brava, con un bolso de grandes dimensiones.
El hombre dio aviso a la policía y un motociclista de la Comisaría Primera que estaba cerca de la zona, arribó a la esquina de las calles 9 y 14 a tiempo para observarlo y comenzar a perseguirlo, ya que cuando observó al uniformado, el sospechoso apuró la marcha rumbo a la calle 10.
En la esquina mencionada quedó estacionada una moto con la que se movilizaba el sospechoso, en la que no pudo alejarse de allí porque se lo impidió la aparición del efectivo policial.
También el bolso con los objetos robados, que arrojó al verse descubierto. En el interior había una Play Station 4 con dos joystick, perfumes importados y otros objetos de menor valor.
Antes de llegar a la calle 10, el joven ingresó al amplio salón de la concesionaria Renault ubicado en 9 entre 10 y 12 y se dirigió en forma resuelta hacia el patio, como para intentar evadir la persecución.
Pero los uniformados llegaron con presteza y el sospechoso fue demorado.
Cuando se lo identificó, la policía descubrió que se trataba de un joven que recuperó su libertad hace muy poco tiempo, después de establecerse que había sido autor de numerosas roturas de vidrios en la zona céntrica. Para mayor abundancia de datos, los pesquisas comprobaron que al quedar preso, se acabó la ola de roturas.
De acuerdo a la información extraoficial, también había cometido algunos delitos en los últimos días por los que se procuraba su paradero.
Ahora está a disposición de la justicia.